La conexión judía con el Monte del Templo como lugar sagrado para los judíos ha existido desde la antigüedad.

El pueblo judío tiene un histórico, religioso, espiritual y nacional vínculo con respecto a la zona del Monte del Templo que se remonta a la antigüedad. Para el pueblo judío, es el lugar más sagrado de todo el planeta. Era el lugar de la creación de Adán, el sacrificio de Isaac, así como del Primer y Segundo Templo. Cuando existía el Templo judío, todos lo utilizaban para realizar sacrificios a Dios tres veces al año, según lo ordenado por Di-s. Fue el edificio más sagrado que albergaba el Arca de la Alianza en la que se guardaban los Diez Mandamientos.

Tesoros arqueológicos encontrados allí demuestran que existió un templo judío en el Monte del Templo. Mientras que el Waqf islámico ha intentado destruir esta evidencia, los arqueólogos israelíes han sido capaces de rescatar a algunas evidencias, como un fragmento de una piedra esculpida que se levantaba en el Monte del Templo, una cabeza de flecha babilónica que acredita la destrucción del Primer Templo, y el sello de una familia sacerdotal de la época del primer templo. El Muro de los Lamentos también sigue en pie hoy en día, como un recordatorio visual de que un templo judío existió en el Monte del Templo.

Pese a las afirmaciones del Presidente de la ANP al afirmar, sin base alguna, que no existía ninguna conexión judía, muchas fuentes religiosas musulmanas de la historia han aceptado la conexión judía con la zona del Monte del Templo. Según la Investigación Global en Asuntos Internacionales: «En Sura 17:01 del Corán, la» mezquita más lejana «se llama al-Masjid al-Aqsa. El Tafsir al-Jalalayn, una exégesis muy respetado sunita del Corán de los siglos 15 y 16, señala que la «mezquita más lejana» es una referencia a la Bayt al-Maqdis de Jerusalem. En hebreo, el templo judío a menudo se refiere como el Beyt Ha-miqdash, término casi idéntico al término árabe. »

Por otra parte, el instituto señala: «En el comentario de Abdullah Ibn Omar al-Baidawi, autor de varias obras teológicas importantes en el siglo 13, la mezquita se conoce como el Bayt al-Maqdis. El historiador y comentarista coránico, Abu Yafar Muhammad al-Tabari, autor de la crónica de la conquista musulmana del siglo VII de Jerusalem, escribió que un día, cuando Umar terminó de orar, se dirigió al lugar donde «los romanos enterrados en el Templo [bayt al-Maqdis], en el tiempo de los hijos de Israel….«.

Tras la destrucción del Templo, los judíos han seguido viajando hacia la zona del Monte del Templo, para llorar por la destrucción de su lugar sagrado. Según el Cairo Genizah, después de la conquista árabe de Jerusalem en el siglo VII, las setenta familias judías se trasladaron hacia Jerusalem, viviendo muy cerca del Monte del Templo. El Cairo Genizah afirmó que establecieron una sinagoga en la Puerta de Warren, para contribuir con dinero y poder así pagar por el mantenimiento de la puerta de la sinagoga Warren. Muchos judíos solían ir en peregrinación al lugar sagrado, hasta que la Puerta de la Sinagoga Warren fue destruida durante la Primera Cruzada.

Sin embargo, incluso después de la destrucción de la puerta de la Sinagoga Warren, los judíos siguieron viajando al Monte del Templo para orar. Un judío medieval, Najmánides, escribió poco después de hacer Aliyáh a Eretz Yisrael alrededor del año 1263: «La pérdida de todo esto y de toda la gloria que vieron mis ojos se compensa por tener ahora la alegría de estar un día en tus atrios, oh Jerusalem, visitar las ruinas del templo, y llorar sobre el santuario desolado”. En los tiempos modernos, muchos judíos y no judíos viajan al Muro de los Lamentos, también conocido como el Kotel, para orar y colocar una nota a Di-s en el interior de las grietas de la antigua muralla.

Por Rachel Avraham, escritora de United with Israel