Un nuevo estudio internacional, en el que tomó parte un investigador de la Universidad de Tel Aviv, ha descubierto que los anfibios y reptiles que habitan en las reservas naturales del mundo, o Áreas Protegidas, estarán mejor protegidos contra el cambio climático que las especies que se hallan fuera de estas áreas, y que aún así pueden llegar a resultar dañadas.

(Comunicado de la Universidad de Tel Aviv)

Los hallazgos de la investigación proporcionan evidencias, a una escala mundial, del rol crítico que desempeñan las Áreas Protegidas en la conservación de la biodiversidad de anfibios y reptiles bajo los escenarios de cambio climático inducidos por los seres humanos. El estudio revela que, como consecuencia del cambio climático, se extinguirán más animales fuera de las Áreas Protegidas que dentro de ellas, tanto en el mundo en general como en la mayoría de los continentes.

El profesor Shai Meiri, de la Escuela de Zoología de la Universidad de Tel Aviv, la Facultad Wise de Ciencias de la Vida y el Museo Steindhart de Historia Natural, participó de este estudio, en colaboración con destacados investigadores de 19 países. El estudio fue publicado en la prestigiosa revista Nature Communications.

El propósito del estudio fue evaluar la eficacia de las áreas protegidas existentes en la protección de los anfibios y reptiles que viven en ellas, bajo futuros escenarios climáticos, así como identificar la brecha de conservación con el fin de trazar una hoja de ruta para el desarrollo de acciones de conservación basadas en la actual red mundial de Áreas Protegidas.

El profesor Meiri señaló: “En este estudio, hemos recabado datos de distribución entre más de 14.000 especies de anfibios y reptiles-aproximadamente, el 70% de las especies conocidas, a fin de desarrollar una evaluación global de la eficacia de conservación de las Áreas Protegidas, en una era de cambio climático, utilizando modelos de distribución de especies. Nuestros análisis revelaron que, aproximadamente, el 91% de las especies de anfibios y reptiles que examinamos están protegidas, en cierto grado, en Áreas Protegidas, y que dicha proporción permanecerá sin cambios en un cambio climático futuro. Además, las especies protegidas en áreas protegidas perderán porciones más pequeñas de sus áreas de distribución dentro de las reservas naturales que fuera de ellas. Por consiguiente, se espera que aumente la proporción de especies dentro de las reservas”.

No obstante, el profesor Meiri destaca: “Predecimos que más de 300 de las especies de anfibios y 500 especies reptiles que estudiamos, se extinguirán debido al cambio climático en las próximas décadas, y probablemente también cientos de especies de las cuales no teníamos suficiente información para elaborar modelos. Nuestra investigación resalta la importancia de las Áreas Protegidas en la proporción de refugio para anfibios y reptiles, a pesar del cambio climático, y señala las áreas donde no hay suficientes reservas naturales que puedan preservar mejor la biodiversidad en todo el mundo”.

Recopilamos una completa base de datos mundial con más de 3.5 millones de registros de observaciones de 5.403 especies de anfibios y 8.993 especies de reptiles a partir de bases de datos en línea, datos de trabajo de campo, colecciones de museos y referencias publicadas. Para todas las especies de nuestra base de datos, predecimos la disponibilidad de hábitat según los datos climáticos actuales (1960-1990) y los escenarios futuros (para los años 2060-2080) con una alta resolución espacial (1km x 1km) utilizando modelos de distribución de especies. A continuación, evaluamos la eficacia de las Áreas Protegidas en la conservación de anfibios y reptiles calculando la cobertura de su área de distribución dentro y fuera de las Áreas Protegidas, así como la proporción de especies para las que una parte significativa de su área de distribución (por ejemplo, el 15 o 30 %) está protegida en Áreas Protegidas en las condiciones climáticas actuales y futuras (suponiendo que el uso futuro de la tierra permanece sin cambios a lo largo de los años, es decir, que no habrá conversión de reservas naturales en zonas agrícolas, industriales o urbanas)”.

El profesor Meiri concluye, diciendo: “Nuestras evidencias demuestran que la red mundial actual de Áreas Protegidas ya está desempeñando un rol importante en la preservación de la biodiversidad global de anfibios y reptiles, y continuará haciéndolo con el clima futuro previsto. No obstante, numerosas especies no viven en las Áreas Protegidas existentes. Esto incluye, por ejemplo, a numerosos anfibios y reptiles en México, Jamaica, Los Andes, África Occidental, Sudáfrica, la costa sur y norte de Turquía, Yemen y otros lugares. Además, en nuestro estudio, solamente pudimos crear un modelo para alrededor de dos tercios de las especies reptiles y anfibias. No pueden ser creados buenos modelos para las especies más raras, quienes son con conocidas por ser más vulnerables a la extinción y estar menos protegidas en las Áreas Protegidas. Al mismo tiempo, es importante recordar que a pesar del relativo optimismo que surge a partir de la nueva investigación, los modelos aún siguen prediciendo índices extremadamente altos de pérdida de especies y hábitats debido al cambio climático. Las Áreas Protegidas protegen a los animales que viven en ellas, pero nada es infalible”.