(Chen Leopold/Flash90)
Israeli Arabs

El día 08 de marzo de cada año fue declarado, por la Organización de Naciones Unidas en el año 1975, como el Día Internacional de la Mujer.

Por: Isac Gliksberg

Tal declaración se basó en hechos históricos que tuvieron a la mujer como principal protagonista.

En efecto, en el año 1867 se produjo en los Estados Unidos de América el primer episodio de lucha femenina por lo que creyeron era su derecho.

El incendio de una fábrica en la cual trabajaban mujeres hizo que muchas de entre ellas fallecieran quemadas, lo cual motivó que las mujeres salieran a manifestarse en la calle en favor de sus lógicos y legítimos derechos.

A comienzos del Siglo pasado, las mujeres salieron a las calles en diferentes ciudades con el propósito de lograr que se permita el voto de las mujeres al igual que el de los hombres lo cual lograron en el año 1908.

En la historia del joven Estado de Israel, como bien sabe el lector, este año está cumpliendo sus primeros 70 años, la lucha de la mujer por lograr la igualdad con el hombre tiene lugar en todos los campos de la vida del país, como correspondía a una sociedad democrática, moderna y de cultura de vida social occidental.

Razones de espacio periodístico no nos permiten desarrollar con mayor extensión lo que ha sido, a lo largo de las siete décadas y desde antes incluso de la Declaratoria de la Independencia del Estado Judío, lo que ha sido la historia social, cultural, democrática, de la mujer en la Tierra Prometida.

Gracias a que siempre hubieron mujeres que se han destacado y han liderado los diferentes procesos históricos en los cuales participaron con sus demandas las mujeres residentes en Israel, podemos destacar los nombres de algunas de ellas, entre decenas, seguramente centenas o más, mujeres cuyos nombres han quedado grabados para siempre, en lo mejor de la historia del joven Estado judío.

Sin desarrollar en este artículo periodístico cuáles fueron sus hechos biográficos que las han destacado, no podemos dejar de nombrar a la Profesora Ada Yonath, la que en el año 2009 obtuvo el Premio Nobel de Química por sus investigaciones de alto nivel en el Instituto Weizmann de Ciencias de Rejovot.

Permita el lector que destaque los nombres de Talia Levanon, destacada Asistente Social, la educadora Avital Laufer, la abogada Ruth Lapidoth la cual se destacó por sus obras de investigación relacionadas con la autonomía de la ciudad de Jerusalén, la Profesora Emérita Ora Kedem del Instituto Weizmann de Ciencias quien declaró en alguna ocasión que “es un poco extraño ser una científica reconocida en mi campo y mujer. Sin embargo, es más fácil en Israel que en algunas partes que visité de Europa y de Estados Unidos de América. Me siento bien que acá, en casa, resulta totalmente natural, para una mujer, ser libre y activa en todos los aspectos de mi vida”.

Continuemos mencionando a Gila Katzav, esposa del ex-Presidente de Israel Moshé Katzav quien trabajó muchos años en favor de los más necesitados de la sociedad israelí.

Vera Weizmann fue la primera “Primera Dama” de Israel siendo la esposa del primer Presidente del Estado de Israel.

Anna Ticho, destacada paisajista de Jerusalén, la paracaidista Hanna Szenes, la fundadora de la WIZO Mundial y de la Organización Sionista Femenina Mundial Rebecca Sieff, la compositora y cantante Naomi Shemer, la actriz Hanna Robina primera dama del Teatro Habima, la artista plástica Lea Nikel, la esposa de David Ben Gurión Pola Munweis, la Maestra Nechama Leibowitz, la esposa del ex-Presidente de Israel Zalman Shazar, Rachel Katzenelson, la heroina Yolande Harmer, la poeta Lea Goldberg y la también poeta Rachel Bluwstein, Aliza Begin quien acompañó el Primer Acuerdo de Paz con Egipto, la heroína Sara Aaronsonn, la política Tzipi Livni, y la abogada, periodista y ex- Diputada, primer etíope judía integrante de la Knesset, Pnina Tamano-Shata y por último, una mujer que no necesita presentación pero que no podemos omitir cuando se trata de nombrar a las mujeres que, en la historia del Estado de Israel, han marcado caminos, la política Golda Meir.

¿Y las mujeres árabes nacidas y residentes en Israel?

Recomiendo a los lectores de AURORA leer el trabajo de Aliza Mandel publicado por el Ministerio de Cultura y Educación de Israel titulado: “La mujer árabe en Israel-Posiciones de dos jóvenes árabes”.

La vida de la mujer árabe en Israel ha ido mejorando sucesivamente a medida que se iba superando la vida en general en la sociedad de Israel debido a la democracia en el Estado judío y a la continua y permanente modernización del estado y de la sociedad en su conjunto.

Gracias al Estado de Israel la mujer árabe se fue adaptando a la vida de una sociedad occidentalizada y donde la mujer ha ido adquiriendo cada vez mayores derechos con el fin de igualarlos a los de los varones.

Por razones de espacio nos vemos imposibilitados de enumerar los no pocos casos de mujeres árabes israelíes, que ocupan cargos de significación y elevada importancia en la diplomacia, en la educación, en el arte, en los espectáculos, en la salud, en la defensa y en general, en todos los campos importantes de trabajo de los israelíes.

Y lo más importante es que todo ello ocurre en un plano de total igualdad con los hombres.

Según cifras estadísticas oficiales de Israel, en el año 1988 el veinte por ciento de la población del país era conformada por ciudadanos árabes de los cuales más de setecientos mil eran mujeres árabes. Estas son cifras que actualmente se han mantenido estables, en parte por la modernización y por el crecimiento de la tasa de natalidad judía.

Rina Shahar y Ran Meir en su estudio sobre los jóvenes árabes en Israel destacaron cuatro factores que mucho tuvieron que ver en su modernización y progreso personal y colectivo.

Estos cuatro factores son, según Shahar y Meir, los siguientes: primero, la modernización: la mujer árabe salió de su hogar y llevó el mundo a su residencia, sumando presencia en los medios de comunicación y en la televisión, segundo: la necesidad de ampliar la economía familiar: ésta empujó a la mujer árabe a colaborar con los ingresos de la familia reuniéndola con la cultura occidental moderna, tercero: la Ley Israelí de Educación Obligatoria: lo cual les permitió estudiar y relacionarse con el mundo aportando herramientas para sobrellevar el progreso de su condición de mujer árabe y por último: la condición legal de la mujer árabe israelí que autorizó el traspaso de la herencia a sus manos, defendiendo el derecho a ser libre, reduciendo su dependencia familiar y expresando su voluntad sin el sometimiento familiar.

El camino para la mujer israelí judía como para la mujer árabe israelí es largo, sin embargo.

Unas y otras, a las cuales recordamos todos los días del año y no solamente el día indicado internacionalmente por ONU, el Estado de Israel les brinda la posibilidad de superarse, de progresar en todos los terrenos y de ir logrando cada vez mayores beneficios colectivos y particulares.

(Montevideo, Uruguay)

Fuente: Aurora