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Los investigadores lograron identificar nuevos virus, incluso especificando qué organismos suelen atacar.

(Comunicado de la portavoz de la Universidad de Tel Aviv)

Se espera que su descubrimiento ayude a promover el desarrollo de repelentes para bacterias, hongos y plagas agrícolas.

Un innovador estudio de la Universidad de Tel Aviv ha descubierto alrededor de 100.000 nuevos tipos de virus previamente desconocidos-lo que supone un incremento de nueve veces en la cantidad de virus ARN conocidos por la ciencia hasta la actualidad. Estos virus fueron descubiertos en datos medioambientales globales procedentes de muestras de suelo, océanos, lagos y una variedad de oros ecosistemas. Los investigadores creen que su descubrimiento puede ayudar en el desarrollo de fármacos antimicrobianos y en la protección contra hongos y parásitos perjudiciales para la agricultura.

El estudio fue dirigido por el estudiante del doctorado Uri Neri bajo la dirección del Prof. Uri Gophna, de la Escuela Shmunis de Biomedicina Investigación Oncológica, en la Facultad Wise de Ciencias de la Vida, de la Universidad de Tel Aviv. La investigación fue realizada en colaboración con los organismos de investigación estadounidenses NIH y JGI, así como con el Instituto Pasteur, de Francia. La investigación fue publicada en la prestigiosa revista Cell, y comprendía datos recabados por más de cien científicos de todo el mundo.

Los virus son parásitos genéticos, es decir, que deben infectar una célula viva con el fin de replicar su información genética, producir nuevos virus y completar su ciclo de infección. Algunos virus son agentes causantes de enfermedades que pueden provocarle daño a los seres humanos (como el coronavirus), pero la vasta mayoría de los virus no nos daña e infectan células bacterianas, algunos de ellos incluso viven dentro de nuestros cuerpos sin que nosotros tengamos conciencia de ello.

Uri Neri señala que el estudio utilizó nuevas tecnologías computacionales para extraer información genética recabada en miles de diferentes puntos de muestreo del mundo (océanos, sueleo, aguas residuales, géiseres, etc.). Los investigadores desarrollaron una herramienta computacional sofisticada que distingue entre el material genético de los virus ARN y la de sus receptores y la utilizaron para analizar los grandes datos. El descubrimiento permitió a los investigadores reconstruir cómo los virus sufrieron diversos procesos de aclimatación a lo largo de su desarrollo evolutivo con el fin de adaptarse a diferentes receptores.

Al analizar sus resultados, los investigadores estaban en condiciones de identificar virus sospechosos de infectar varios microorganismos patógenos, abriendo de ese modo la posibilidad de utilizar virus para controlarlos. El Prof. Gophna afirma: “El sistema que hemos desarrollado hace posible realizar en profundidad un análisis evolutivo y comprender cómo se han desarrollado los diversos virus ARN a lo largo de la historia evolutiva. Una de las cuestiones clave en microbiología es cómo y por qué los virus transfieren genes entre ellos. Hemos identificado un número de casos en los cuales el intercambio de genes le permite a los virus infectar a nuevos organismos. Además, en comparación con los virus ADN, la diversidad y las funciones de los virus ARN en los ecosistemas microbianos no han sido bien comprendidos. En nuestro estudio, encontramos que los virus ARN no son inusuales en el paisaje evolutivo y, de hecho, que en algunos aspectos no son tan diferentes de los virus ADN. Esto abre la puerta para investigaciones futuras, y a una mejor comprensión de cómo los virus pueden ser aprovechados para la medicina y la agricultura”.

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