Científicos de la Universidad Ben-Gurión del Néguev, en Israel, realizaron un descubrimiento potencialmente revolucionario sobre la función biológica de un péptido anticanceroso como inhibidor de la proteína quinasa.
Fuente: Itón Gadol
Los péptidos son cadenas cortas de aminoácidos unidas por enlaces peptídicos. Las moléculas largas formadas por unidades peptídicas son lo que conocemos como proteínas, y las proteínas quinasas son enzimas que pueden cambiar la función de una proteína. El descubrimiento de los investigadores, centrado en un péptido natural de la región no codificante del ARNm, podría contribuir en gran medida a la forma de tratar el cáncer en el futuro.
El ARNm, o ácido ribonucleico mensajero, desempeña muchas funciones clave en la biología humana, incluida la codificación de proteínas que tienen diferentes funciones. Alrededor del 40% del ARNm de una región concreta contiene secuencias que codifican péptidos cortos, aunque hasta hace poco los científicos creían que la región era lo que se conoce como «no codificante», y no sabían si los péptidos cortos tenían una función.
En su investigación, los científicos pudieron aislar y confirmar que uno de los péptidos cortos actúa como inhibidor de quinasas, lo que significa que inhibe la progresión del cáncer entre las etapas de desarrollo de las células cancerosas hasta la metástasis. Las proteínas envían señales a las células que les proporcionan determinadas instrucciones, y los investigadores de la BGU demostraron por primera vez que los inhibidores eran capaces de bloquear los mensajes que transmite la quinasa que indica a las células cancerosas que se dividan.
«Demostrar claramente el papel de este péptido es sólo la punta del iceberg», explica Etta Livneh, profesora y miembro de la Facultad de Ciencias de la Salud de la Universidad Ben Gurión. «Ahora que sabemos que al menos algunos péptidos tienen una función biológica, podemos empezar a descubrir las funciones de muchos más».
El profesor Livneh colaboró en esta investigación con los profesores Esti Yeger-Lotem y Moshe Elkabets. Otros investigadores fueron Divya Ram Jayaram, Sigal Frost, Chanan Argov, Vijayasteltar Belsamma Liju, Nikhil Ponnoor Anto, Amitha Muraleedharan, Assaf Ben-Ari, Rose Sinay, Ilan Smoly, Ofra Novoplansky, Noah Isakov, la Dra. Debra Toiber y Chen Keasar.
La investigación ha contado con el apoyo de la Fundación Científica de Israel (subvención Nº 2368/19).