En esta semana hacemos memoria de la insigne figura de David Ben-Gurión recordando una de sus célebres frases que reza así: “En Israel, para ser realistas debes creer en los milagros” Israel es, hoy por hoy, una realidad milagrosa.
No hay pueblo, ni lo habrá con toda seguridad, que a lo largo de su historia se mantenga de forma tan milagrosa como es el caso de Israel. No vamos hacer un recorrido histórico de las vicisitudes, logros y fracasos, triunfos y derrotas de un Pueblo Único, con un Dios Único y una Tierra Única. Vamos a tomar conciencia de la importancia y trascendencia en la historia de la humanidad que tiene Israel en medio del resto de las naciones.
No se trata, como he dicho en diversas ocasiones, de alagar los oídos nadie pero si de motivar a millones de personas que sentimos la presión y el rechazo de muchos que se atreven a llamarse demócratas, e incluso defensores de los Derechos Humanos.
Hay que gritar con fuerza que Israel es un milagro de supervivencia en medio del “desierto de la soledad y del lago cenagoso” al que en muchas ocasiones ha sido deportado con saña y maldad indescriptibles. Israel vive, sueña, triunfa, progresa, se expande, crea y se fortalece a pesar, muy a pesar, de los potencialmente millones de enemigos.
Un Pueblo pequeño con grandes logros y hazañas que no cabrían en millones de libros, permitidme esta hipérbole literaria, por la cantidad y calidad de sus avances y victorias. Aunque trate de eludir todo referencia a la guerra, imposible de obviar en la historia de Israel, debemos decir que Israel ha ganado todas sus guerras contra sus ancestrales enemigos árabes. Digan lo que digan sus enemigos, especialmente los terroristas de Hamás o Hezbolá, ellos han perdido estrepitosamente todos los enfrentamientos con el más motivado y preparado Ejército del mundo.
La Fuerzas de Defensa de Israel son un milagro en acción que salva, todos los días, a millones de ciudadanos con su valentía, voluntad y decisión de proteger a un Israel en constante vigilancia ante la realidad de los continuos y cobardes ataques de sus enemigos. No necesitan más motivación los soldados de la FDI, por mucha que les pudiéramos darles nosotros, pero si necesitan de nuestro apoyo y de atrevo a decir que especialmente de nuestras oraciones.
Tradicionalmente llegando Janucá se envían regalos a los soldados como muestra de agradecimiento por su labor en defensa de la paz, de la nuestra especialmente, ya que ellos con su coraje, buen hacer y preparación permiten que vivamos en esa relativa calma y paz.
Ciertamente es una realidad milagrosa que Israel siga siendo un referente en todos los campos y una brillante luz para las naciones que saben leer la historia con los ojos limpios y la conciencia no contaminada de antisemitismo. Les dejo un lema personal, que lo definí en su momento como transferible, el cual dice así: Hay tantos que critican a Israel por todo que yo no lo criticaré por nada. Qué sean otros los que critiquen ¡Nosotros somos de los que bendecimos la realidad milagrosa de Israel!
Por: José Ignacio Rodríguez
Unidos con Israel