Una iniciativa israelí de financiamiento colectivo llamada “The Syrians on the Fences”, que tiene como objetivo recaudar dinero para ayudar a los niños sirios desplazados, fue publicada en el sitio de crowdfunding “Mimoona”.
Hasta el domingo por la mañana, había recaudado 436.000 shekels (113.000 dólares) de más de 2.600 participantes. El objetivo es, finalmente, recaudar 600.000 shekels, que serán utilizados para comprar medicamentos y mantas para niños sirios y transmitirlos a través de la frontera entre Israel y Siria.
La campaña es la creación de Shibi Froman, un hombre de negocios israelí del asentamiento de Tekoa, cuyo difunto padre era conocido por buscar la paz con los líderes árabes. En octubre, durante los días festivos – los diez días entre Rosh Hashaná y Yom Kipur, dedicados en la tradición judía a la oración y la expiación – el Sr. Froman decidió orar por Siria.
Durante su oración, Froman tuvo una fuerte sensación de que tenía que hacer más: publicó una llamada en Facebook para una oración pública por el pueblo de Alepo y 1.500 israelíes -judíos, cristianos y musulmanes- respondieron. La oración de masas tuvo lugar en Yom Kipur, en nueve lugares diferentes de Israel, entre ellos 300 personas que hicieron sonar el shofar (cuerno de carnero) en la frontera entre Israel y Siria. Una red de activistas surgió una vez que las oraciones habían terminado, empezaron a pensar la iniciativa.
Froman concibió la campaña en colaboración con Gal Lusky, experta en rescate y fundadora de la organización no gubernamental israelí “Israel Flying Aid”, que proporciona rescate y socorro a las zonas afectadas por la guerra o los desastres naturales, generalmente en países que no tienen relaciones diplomáticas con Israel.
La Sra. Lusky ha trabajado en Ruanda, Darfur, Pakistán, Iraq, Indonesia y otros lugares; pero desde 2011, ha dedicado gran parte de su tiempo a Siria, recaudando fondos para comprar alimentos, mantas, necesidades de bebés y suministros médicos que son transportados a través de la frontera.
La mayoría de los fondos provienen generalmente de donantes ricos, pero en este caso, ella adivinó – con razón – que los israelíes comunes también estarían dispuestos a contribuir.
Fuente: Aurora