Está claro: al correo central en Jerusalem.
La fe humana viste diversas formas y halla siempre los canales para manifestarse adecuadamente. Una de las más originales, es el envío de cartas dirigidas al mismo Dios. De hecho, también a Jesús, Abraham, la Virgen María…el Rey David y hasta los Reyes Magos.
Eso queda claro al llegar a la sección de cartas “Desconocidas” en la Autoridad de Correos de Israel, donde desde hace años conocen el tema de cerca, tomando contacto casi diario con estas singulares misivas.
“No tengo dudas de que la gente que le escribe directamente a Dios, le llame Topoderoso, Hashem, el Señor o simplemente Dios, necesita ayuda”-nos dijo años atrás Avi Yaniv, que era en ese momento encargado de la mencionada sección del Correo israelí. “Es cierto que hay quienes simplemente quieren agradecer por lo que tienen y lo que les ha deparado la vida, pero a menudo, escribe gente que tiene a algún ser querido enfermo o que siente que necesita una guía …gente desesperada”.
“Esto es sagrado, no sólo un servicio al público, sino una misión con gran responsabilidad”- nos decía otra funcionaria del correo. “La gente que escribe una carta a Dios en general está desesperada, tiene serios problemas y necesita ayuda.Y nosotros no podemos dejar la carta tirada como si no valiera”.
Las cartas-no pocas de ellas escritas en español, procedentes de América Latina y España- arriban de distintos confines del globo a Jerusalem. Tal cual es ya tradición, son colocadas entre las piedras del Muro de los Lamentos, el santuario más sagrado para el pueblo judío, dado que es el único remanente del Templo Sagrado , destruido en el año 70 por el imperio romano. Eso volverá a concretarse en los próximos días, de cara al comienzo del nuevo año judío.
La enorme mayoría de las cartas son enviadas por creyentes cristianos, pero hay también de judíos y musulmanes, no sólo de países como Malasia e Indonesia, sino también algunas del mundo árabe.
Lo interesante es que gran parte de las cartas, que en su mayoría son de cristianos, están dirigidas explícitamente al Muro de los Lamentos, como dirección del destinatario. Al Rabino del santuario, Shmuel Rabinovich, eso no le sorprende en absoluto.”Esta es la puerta a la oración y el Altísimo escucha a todos, no importa su credo. Todos llegamos a él”, nos dijo años atrás al recibir en la explanada del Muro de los Lamentos al Director General de la Dirección de Correos de Israel que llegó cargando las cajas con las cartas dirigidas a Dios.
Recordamos, de la última vez que cubrimos la singular ceremonia junto al Muro de los Lamentos, la curiosidad de varias mujeres que oraban y preguntaban de dónde llegan esas cartas que Ahuva, la funcionaria del correo, sacaba de una caja especial y trataba de color entre las enormes piedras del santuario, ya repletas de papeles, no sin antes apoyarse ella misma en las piedras milenarias, para unos momentos de recogimiento.
Siempre están los escépticos, como una mujer que nos dijo “Si EL no escucha nuestros pedidos aunque venimos directamente aquí ¿acaso alguien puede creer que prestará atención si le escriben por correo?”. La fe, de todos modos, se ve que no la ha perdido , porque seguía allí con su libro de oración, tocando emocionada el Muro sagrado..
“El Todopoderoso escucha a todos, de eso no tengo dudas”-dijo el Rabino Shmuel Rabinovich. Habrá que ver si por correo también funciona….
Por: Ana Jerozolimski – Semanario Hebreo Jai
(13 Septiembre 2019 , 09:02)