Dos cirujanos israelíes del Centro Médico Rambam en Haifa regresaron de un viaje a Vietnam, donde se corrigieron defectos faciales en niños.

La semana pasada, dos cirujanos del Centro Médico Rambam en Haifa – Omri Amudi y Zach Sharony – regresaron de Vietnam, donde participaron en un proyecto internacional que contaba con un equipo de aproximadamente de 300 otros médicos en lo que se denominó como la «Operación Sonrisa». Un día con el fin de completar más de 500 cirugías.

Operación Sonrisa ofrece cirugía reconstructiva gratuita del labio, paladar hendido y otras deformidades faciales para los niños de todo el mundo. El programa ha estado operando en Vietnam durante los últimos 25 años.

Estas cirugías pueden salvar vidas y se llevan a cabo principalmente en los países en desarrollo para las poblaciones empobrecidas, donde los defectos congénitos faciales se han generalizado.

Un niño que nació con un paladar hendido tiene el doble de probabilidades de morir antes de su primer cumpleaños. Los que sobreviven pueden tener dificultades para comer, hablar, oír o respirar correctamente. En algunas comunidades son rechazados.

Medicina – un puente entre culturas

Los médicos israelíes que participan en el programa no sólo llevan la innovación y la empatía a sus pacientes, sino que también como parte de un equipo internacional de médicos, que también sirven como embajadores médicos.

Trabajando con los Dres. Amudi y Sharony se encontraban médicos de otros 18 países, entre ellos Marruecos y Jordania. Ellos dedicaron un tiempo para llegarse a conocer unos a otros.

«El ambiente entre los médicos era extremadamente agradable. Nuestro tiempo libre estaba lleno de conversación, chistes e invitaciones mutuas», dijo el Dr. Sharony, y agregó:» El cliché de que la medicina es un puente entre culturas fue más evidente que nunca».

Una agradable sorpresa fue la visita de Mee Huang, Miss Vietnam de 2011, que vino a ofrecer su apoyo. El programa había tocado su corazón, dijo, y decidió unirse a la delegación. Huang ayudó con traducciones y ofreció aliento a los niños y los participantes.

Por: Penina Taylor, United with Israel