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“Mentiras, mentiras perseguirás”: La montaña de falsedades palestinas

UNESCO

UNESCO. (newantisemitism.com)

Por Nadav Shragai

Tras  haber convertido a los cananeos bíblicos en árabes, a Jesús en un palestino predicador del Islam y a Moisés en otro musulmán, después de haber islamizado la tumba de Rajel y de “anular” la relación de los judíos con el Monte del Templo y el Muro Occidental, después por haberse “adelantado” a la historia de los judíos en el país y de escribir una nueva historia para uso propio, una historia falsa… los palestinos ahora están construyendo un nuevo capítulo en su pirámide invertida. Dentro de poco, nos afirman, le pedirán a la UNESCO reconocer los antiguos textos hebreos de los rollos del Mar Muerto, que tienen una antigüedad de 2.100 años o más (Isaías, etc.) – como parte de la “herencia palestina”.

Surge entonces una pregunta obvia que, sinceramente, nos la podemos saltear: ¿Qué tienen que ver los palestinos con los rollos de Qumrán? Es una pena echar a perder palabras sobre mentiras tan transparentes. Supongamos que los clérigos que afirman que fue Abraham quien ha construido “La mezquita de Al-Aqsa” hace unos 4.000 años, o a los “sabios” del “Consejo Supremo Musulmán de la Autoridad Palestina”, que declararon que los árabes habitan en Palestina desde el año 7.500 a.c. – se detuviesen un segundo a ver la torre de falsedades que están construyendo… al final puede que ésta colapse sobre sus cabezas.

Nosotros, por otro lado, podemos destruir los cimientos de esta montaña de falsedades, si nos centramos en una pregunta básica: ¿Quiénes son los palestinos y cuándo vinieron? De hecho, es posible repasar el excelente libro de Joan Peters: “Desde entonces”, que documentó bien sus hallazgos y demostró que los residentes palestinos del país son inmigrantes de regiones cercanas; es posible repasar el testimonio de Mark Twain, que visitó Israel en 1867 y lo encontró en su mayoría desierto; usted puede incluso ir a los expertos como el Prof. Rafi Israelí o el Dr. Paul Bartel, que estudiaron los orígenes de los clanes palestinos. También encontraron que muchos de los árabes que llegaron a Israel en los últimos dos siglos provienen  de la península de Arabia, Egipto, Siria y el norte de África. Pero más eficaz será si se busca una respuesta verdadera en las declaraciones de los propios palestinos, que en momentos de angustia y distracción, exponen involuntariamente la verdad.

Esto le sucedió a Fateh Hamed, ex ministro del Interior en el gobierno de Hamás, que estaba hambriento de recibir una ayuda egipcia contra los ataques de las FDI en Gaza (marzo de 2012) y en medio de esa necesidad se le escapo la verdad: “Cuando pedimos esa ayuda para continuar la yihad, load a Dios, debemos recordar que todos tenemos raíces árabes, y todos los palestinos en Gaza y en toda Palestina, podemos demostrar las raíces árabes, entre Arabia Saudí y Yemen o de cualquier otro lado… más de 30 familias de la Franja de Gaza se llaman Al-Masri,los  ‘egipcios’. Somos hermanos – la mitad de los palestinos son de Egipto y la otra mitad son sauditas… “.

Azmi Bishara, fundador del partido Balad, que se escapó de Israel después de ser sospechoso de espionaje y de ayudar a Hezbolllah, escribió en el pasado, en blanco y negro: “… el movimiento palestino, en el marco de su competencia pasada con el sionismo, ancló sus primeros días en los días de los cananeos… Una fuente de singularidad en el pasado, que son más antiguas que la de las tribus hebreas, que según el sionismo es su continuación natural…».

Walid Shoebat, un ex musulmán convertido al cristianismo, ex activista de Fatah que emigró a los Estados Unidos, una vez dijo que todos los que él conocía en Palestina, conocían sus raíces y el país de procedencia de sus bisabuelos. “Sabíamos muy bien que nuestros orígenes no eran cananeos, a pesar de que intentaron enseñarnos…”.

Incluso Salma Fayyumi, residente de Kfar Kassem, quien demostró hace unos años sus habilidades en el programa de TV israelí “Master Chef”, presentó con orgullo un plato “un plato egipcio de arroz y lentejas”. “Mi familia”, explicó la cocinera de Kfar Kassem, “vino de Egipto, Al-Fayum, y Salma Fayyumi proviene de allí”.

He aquí, entonces, la alfombra que debe quitarse bajo los pies de los autores de la bolsa de mentiras palestinas. Exponerles en los escenarios internacionales y contarles nuestra historia, basada en el Libro de libros, la Biblia y en innumerables textos históricos y religiosos, que también contribuyen a exponer la realidad. No es casualidad que los palestinos traten de dañarla – una vez en el Monte del Templo y una vez en los palacios de los Hasmoneos en Jericó. No lo hacen sin motivos… temen que la verdad sobre sus “raíces” se terminen revelando.

Por Nadav Shragai

Fuente: Hatzad Hashení

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