Un bebé nacido en Jerusalem con un grave defecto cardíaco ahora está sano y feliz gracias a los médicos israelíes y palestinos que trabajaron juntos para salvar su vida.
Por: TheTower.org
Los médicos de ambos hospitales israelíes y palestinos con unieron sus fuerzas para salvar la vida de un niño filipino en Jerusalem.
El 14 de febrero, Francis Joseph nació en el Hospital Red Crescent en el este de Jerusalem con un defecto cardíaco raro y grave, que requirió una cirugía complicada y arriesgada a corazón abierto. El llamado «procedimiento de Jatene», que el hospital operado por palestinos no tenía las instalaciones necesarias para realizar, sí fue posible realizarlo en el hospital Hadassah en el barrio Ein Kerem de la capital.
Cuando el Dr. Julius Golender, un cardiólogo pediátrico del hospital, recibió una llamada de emergencia de sus colegas del hospital Red Crescent, consultó inmediatamente con sus colegas cardiólogos pediatras de Hadassah, el Dr. Juma Natshe y el Dr. Sagi Gavri, quienes juntos idearon un plan para salvar la vida del bebé.
Primero estabilizaron la condición crítica del recién nacido al realizar un procedimiento conocido como cateterismo cardíaco antes de trasladarlo a Hadassah para una cirugía a corazón abierto. El procedimiento de Jatene lleva el nombre de su creador, el famoso cardiólogo brasileño Dr. Adib Jatene, quien lo realizó con éxito por primera vez en 1975.
«Me sorprendió cuando de repente estos expertos de Hadassah se presentaron en el Hospital de la Media Luna Roja, y en mi opinión fue un milagro», dijo Nina, la madre del niño, que prefirió ser identificado solo por su nombre.
«Hicimos todo lo que podíamos para que fuera posible realizar una cirugía en el bebé recién nacido en Hadassah y solucionar el defecto cardíaco con el que nació, que había causado esta condición médica extremadamente complicada», dijo Gavri poco después del cateterismo. .
La exitosa cirugía tomó más de cinco horas, según el hospital.
Nina agradeció a los médicos y al hospital por intervenir y realizar la cirugía que le salvó la vida a su hijo. «Sin dudas, tuvimos mucha suerte de que Hadassah se involucrara y salvara a mi hijo y a mi familia», dijo.
Unas semanas después de la cirugía, le permitieron a Francis Joseph irse a casa. Cuando regresó al hospital un mes después para un chequeo, sus doctores dijeron que estaba «en buenas condiciones, activo y sonriente».