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Poema escrito por un soldado fallecido de las FDI demuestra una enorme pérdida para el pueblo de Israel

Hillel Nehemiah Ofen

Fallen IDF soldier Hillel Nehemiah Ofen and the poem found in his backpack. (Facebook/Tsur Ehrlich)

Todo judío debería tener una copia del poema que se encuentra en la mochila del difunto Corp. Hillel Nehemiah Ofen. Así lo dice un destacado escritor israelí.

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El soldado de las FDI, el cabo Hillel Nehemiah Ofen, de 20 años, murió la madrugada del lunes durante un ejercicio de entrenamiento. Probablemente fue debido al calor extremo. Las FDI están investigando lo ocurrido.

Ofen, que provenía de la comunidad de Karmei Tzur, cerca de Hebrón, supuestamente gozaba de perfecta salud. Reclutado hace apenas cinco meses, sirvió en la unidad de operaciones especiales Yahalom del Cuerpo de Ingeniería de Combate.

El día después de su funeral, el destacado escritor y periodista Tsur Ehrlich publicó en Facebook un poema especial, titulado «Yo pertenezco», que se encontró en la mochila de Ofen. Según Ehrlich, según la traducción de Israel National News , el poema debería «estar en el bolsillo de cada judío. Una visión tan profunda del significado de la identidad, el significado de la vida, el significado de la unión, es como una bebida refrescante de agua». y la vida en el golpe de calor social que nos ha caído encima»,

El poema, dijo Ehrlich, «es una verdad fundamental integral que lo abarca todo, formulada con absoluta sencillez, coloquialmente pero con precisión poética. ‘Pertenezco’: no ​​en el sentido de propiedad y propiedad, sino en el sentido de pertenencia e identificación». Esta nota, que según el testimonio de su hermano compuso él mismo, con una madurez increíble, da testimonio de nuestra pérdida».

Dice lo siguiente:

«¡Pertenezco!

Pertenezco a una familia, una comunidad, una sociedad, una nación.

Pertenezco al país, a la patria.

Pertenezco a la humanidad, a la conciencia, al honor.

Pertenezco a la historia, al futuro.

Pertenezco a la alegría, al dolor, a las expectativas, al miedo.

Todo lo que ha pasado y pasará sobre mí y mi pueblo, todo lo que ha sido creado

Mi identidad, quien soy, pertenezco a ella.

Y es mi deber preservar, proteger y mantener todo esto.

Velar por su permanencia tanto como pueda.

Y ahora, por este deber, soy tuyo.

Pertenezco a las armas, a lo necesario para la victoria, a la batalla.

¡Pertenezco!»

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