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¿Quién tiene la llave del éxito?

¿Qué pasa si compras todos los DVDs y haces todo lo que dice el gurú pero a pesar de todo no funciona?

Hoy en día hay muchísimos oradores motivacionales súper dinámicos y súper carismáticos y aparentemente muy seguros de sí mismos que da la impresión de que tienen una cantidad ilimitada de técnicas de autoayuda para enseñarte.

Miles de personas – incluso millones- escuchan cada año a estos “gurús” de autoayuda; asisten a sus seminarios, compran el juego de DVDs que cuesta 1500 dólares y la verdad es que la gran mayoría de estos oradores dicen algunas cosas que tienen mucho sentido.

Una de las frases favoritas que suelen repetir es que te van a ayudar a “liberar tu potencial” y “desatar tu poder”. Nuestro sistema de coaching de emuná también te ayuda a “desatar tu poder”, pero si bien tienen varias similitudes, hay también muchísimas diferencias  entre nuestro enfoque y el enfoque estándar y convencional de los gurús de autoayuda.

Comencemos por los puntos que tenemos en común. Se le dice a la persona que tiene un potencial ilimitado y obviamente no vamos a contradecir eso. ¿Quién sabe qué potencial tienes? ¿Quién sabe qué logros puedes alcanzar o qué récords mundiales puedes quebrar?

Y si no me creen, fíjense en Roger Bannister, el primer ser humano en toda la historia que corrió una milla (1,6 km) en menos de cuatro minutos. Antes de él, nadie jamás había alcanzado un logro semejante, por lo que la gente pensaba que era algo imposible. Pero vino Bannister y lo logró y en el camino impuso un nuevo récord mundial. ¿Cómo lo hizo? El día tiene un número limitado de horas así que no es posible que haya entrenado mucho más que los demás atletas. Además, hay una cantidad limitada de frutas y verduras que uno puede comer. Al igual que los demás, él también pasó mucho tiempo viéndose a sí mismo dentro de su mente cruzando la línea de arribo a los cuatro minutos…

Pero a Bannister no le bastó con solamente visualizar su éxito. Él también tenía que hacer todo esto en un buen estado de ánimo, porque si Roger Bannister hubiera tenido en su cabeza toda clase de ideas negativas, como por ejemplo, que se iba a quedar sin fuerzas a último momento o que iba a ponerse nervioso o que se iba a acalambrar o que se podía tropezar y caer, entonces por muchas horas que entrenara físicamente, se iba a estar condicionando mentalmente a fracasar.

La mente tiene que estar despejada y enfocada completamente en las cosas correctas cuando uno se imagina el éxito. Curiosamente, en el caso de Bannister, una vez que quebró el récord mundial, en los dos años siguientes, hubo otros 37 atletas que también cubrieron la milla en cuatro minutos, porque de repente eso ya no era algo tan difícil. Vieron que era posible.

Esto mismo se aplica también a otras áreas de la vida. Solamente hace falta que haya un pionero que crea que algo “imposible” es posible y que lo lleve a cabo y entonces se abrirán las puertas bien grande para que otras personas puedan emular y hasta superar, el logro inicial.

Todo está muy bien en el caso en que funciona. La pregunta es qué pasa cuando toda esa visualización positiva y esa fe en que uno puede alcanzar grandes logros no funciona. ¿Qué pasa si vas al evento o al seminario y compras todos los DVDs y te llenas de ánimo y llegas al “estado pico” tal como ellos recomiendan, y piensas en positivo y haces todo lo que ellos recomiendan – pero a pesar de todo no funciona?

Digamos por ejemplo que empiezas un negocio nuevo y que este fracasa… ¿Cómo vas a liberar tu potencial ahora? ¿Dónde se quedó tu poder ahora que estás perdiendo dinero?

Todo este tema de saber dónde está tu poder es algo fundamental, porque el “poder” que tenemos en realidad no está en nuestras manos. El poder que tenemos de alcanzar algo, de amasar una fortuna, de adquirir sabiduría o de teneruna gran relación con nuestra pareja – ese no es nuestro poder. Es un poder que recibimos de Arriba.

Por lo tanto, hay dos formas de encarar el mundo, dos opciones principales que tenemos para elegir:

La primera opción

Es creer que nosotros dirigimos el mundo y que podemos darle forma a nuestro destino y que podemos tallar nuestro propio éxito. De acuerdo con esta filosofía, la única razón por la que hay gente pobre en el mundo es porque esa pobre gente no compró suficientes DVDs motivacionales ni asistió a seminarios de autoayuda ni va a hacer coaching personal.

La segunda opción

Esta es la auténtica opción judía, que dice que Dios dirige el mundo y que el mundo no se dirige a sí mismo. Esta opción mantiene que el mundo está dirigido por una Inteligencia Suprema que es buena y benevolente y que tiene Su propia sabiduría respecto a lo que es mejor para cada uno de nosotros.

Los del primer grupo sostienen que son capaces de planear y diseñar la vida. Nosotros decimos: no es verdad, no pueden. Pero la ventaja de pertenecer al segundo grupo es que cuando las cosas no resultan fáciles, y nuestros “planes” no funcionan del todo, entonces nuestra fe nos sostiene y no perdemos nuestro equilibrio emocional y por lo tanto tampoco perdemos nuestra capacidad de continuar actuando con positividad y optimismo.

Por eso, incluso si ya estuvieron con todos los coaches y con todos los terapeutas y asistieron a todos los seminarios de autoayuda; incluso si ya desperdiciaron todo su tiempo y todo su dinero y toda su energía en algo que no funcionó, no importa. Solamente NO SE ECHEN LA CULPA. Ahora que se dan cuenta de que hay un Dios en el mundo que solamente quiere que crean en Él, ya no tienen necesidad de desmoronarse, no importa lo que pase. Porque cuando ves que Dios no quiere que “tengas éxito” en un área, simplemente vas a aceptarlo y vas a estar dispuesto a dedícate a hacer otra cosa.

Fuente: Breslev en español

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