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Jerusalem

Ya explicamos que los Sabios que vivieron durante la generación en la que se destruyó el Bet haMiqdash, instituyeron ciertos decretos Rabínicos (taqanot) relacionados con el duelo, que nos hacen recordar en momentos de celebración que nuestro Bet haMiqdash aún está en ruinas. 

Por: Rabino Yosef Bitton

Mencionamos por ejemplo la costumbre de colocar cenizas en la cabeza cuando un hombre se está casando o dejar un segmento de una pared de la casa nueva sin revestir para recordar el Bet haMiqdash, etc

Hoy veremos otro ejemplo de estas tradiciones, una costumbre menos conocida y que posiblemente en muchas comunidades haya caído en desuso.

Maimónides y el Shulján Aruj escriben lo siguiente (H. Ta’aniyot 5:13).

וכן התקינו שהעורך שולחן לעשות סעודה לאורחים מחסר ממנו מעט ומניח מקום פנוי בלא קערה מן הקערות הראויות לתת לשם

«Y asimismo, [nuestros Sabios] decretaron que al preparar la mesa, cuando se celebra una comida para invitados, se deje algo de comida [sin comer], y se deje un espacio libre [en la mesa], sin una de las bandejas que normalmente se servirían allí. «

Vamos a explicar algunos detalles de esta Halajá para entenderla mejor:

1. Esta costumbre se limita a comidas de celebración, donde tenemos invitados, y no se refiere a las comidas diarias.

2. También se excluyen las comidas de Shabbat o de las Festividades judías, ya que en Shabbat y en Yom Tob no puede haber ninguna manifestación de duelo.

3. Existe una discusión entre los rabinos si están incluidas también las comidas festivas en celebraciones religiosas personales (se’udat Mtsvá, como por ejemplo, Berit Mila, Bar Mitsva, etc). Según el Rab Eliezer Melamed y otros, estas comidas sí están incluidas. Según el Rab Mordejai Eliyahu z»l y otros rabinos, no lo están.

4. Si bien indicaron la obligación de recordar el Bet haMiqdash, nuestros Sabios evidentemente no quisieron que hagamos una manifestación muy visible de duelo en una comida de agasajo, sino algo que sea más bien delicado, discreto e indirecto: la ausencia de una comida. El problema, y posiblemente la razón por la cual esta tradición haya caído en desuso, es  cómo llevar a cabo esta costumbre en nuestros días, manifestando nuestro recuerdo por el Bet HaMiqdash a través de este gesto tan sutil.

Me explico: La manera de servir la comida ha cambiado muchísimo desde los tiempos de la Mishná, Siglos I y II de la EC,  hasta nuestros días. En los tiempos en los cuales este decreto fue establecido, había un protocolo totalmente estricto y cerrado respecto a las comidas a servir. Todos, servían siempre exactamente las mismas comidas, y se servían sobre la mesa todas las comidas de una vez. En esos tiempos, por lo tanto, era posible darse cuenta que «faltaba una comida en la mesa».  Y así en una comida celebratoria se podía reconocer que un plato particular que debería estar allí no estaba allí, y de esa manera sutil estabamos manifestando que nuestra celebración, sin el Bet-haMiqdash, no podía ser completa. Con el tiempo el número y el tipo de comidas que se sirven fue variando y es más difícil (o imposible) identificar que falta una comida en la mesa. Entonces, como dice Maimónides, este gesto por el Bet-haMiqdash se comenzó a expresar también y quizás principalmente, dejando un sector de la mesa sin servir, lo cual en los tiempos de Maimónides, por ejemplo, era posible identificar como una delicada manifestación de duelo.

Hoy en día, hay tanta variedad de platos y tantas formas diferentes de preparar y servir la mesa, que es imposible que nuestros invitados identifiquen por sí mismos la ausencia de un plato especial o que reconozcan que hay un lugar vacío en una parte de la mesa como un gesto de duelo.

Ahora bien, siendo que este decreto fue mencionado aún por los Sabios, muchos Rabinos contemporáneos consideran que es apropiado que lo practiquemos, aunque sea de una manera que sólo sea reconocible por los anfitriones.   Por ejemplo, los anfitriones pueden programar preparar varios tipos de comidas para agasajar a sus huéspedes, y luego, en recuerdo al Bet haMiqdash, decidir no preparar o no servir una de esas comidas.  También se puede dejar un lugar libre en la mesa, cuando se sirve la comida como buffet,  dejando vacío un pequeño sector en una de las esquinas de la mesa, como lo dice Maimónides y el Shulján Aruj, aunque este gesto sea reconocido únicamente por los anfitriones. (En lo personal,  pienso que, desde un punto educativo, cuando somos anfitriones de una celebración se podría pensar en colocar algún elemento «decorativo» en la mesa que nos recuerde discretamente Yerushalayim o el Bet haMiqdash).