Cuando la Segunda Guerra Mundial estaba por terminar y la violencia se incrementaba en Palestina, el imperio británico emitió la declaración Balfour, escrita por Arthur James Balfour, Secretario de Relaciones Exteriores de Gran Bretaña.

Algunos apuntan que la decisión de tal declaración, emitida por el ministro de exteriores Arthur Balfour a través de una breve misiva al líder de la comunidad judía local, respondía a los intereses de los británicos, inmersos en la Gran Guerra.