Después de años de sequía, el Mar de Galilea aumentó 11 centímetros en mayo.
Por United with Israel
Después de seis años de sequía, la Autoridad del Agua de Israel anunció que el Kinneret (Mar de Galilea) aumentó otros 11 centímetros en mayo. Esta es una gran noticia, ya que el mar es la mayor fuente de agua natural de Israel y ha retrocedido significativamente en los últimos años.
Recientemente, el nivel de agua de Kinneret estuvo peligrosamente cerca de alcanzar la «línea negra», que es el punto de demarcación por debajo del cual no se puede bombear agua sin dañar la infraestructura y el suministro de agua. Afortunadamente, el Kinneret aumentó casi 3.5 metros desde que comenzó la temporada de lluvias invernales de Israel. No obstante, se mantiene por debajo de su nivel óptimo en unos 2,4 metros.
Antes de las benditas lluvias de este invierno, los lagos, lechos de ríos y acuíferos de Israel se encontraban en un nivel sin precedentes en los últimos 100 años.
Si el Kinneret hubiera alcanzado la línea negra, podrían haber ocurrido problemas ecológicos irreversibles. Estos habrían incluido un aumento en la salinidad del agua y el crecimiento excesivo de algas que pueden dañar permanentemente la calidad del agua, la flora y la fauna.
Si la sequía hubiera continuado hasta 2019, la Autoridad del Agua se habría visto obligada a imponer límites al consumo de agua en el país.
Al reconocer la urgente necesidad de compensar la falta de agua dulce, Israel ha construido cinco plantas de desalinización masivas en la costa mediterránea y está trabajando en otras dos. Estos proporcionan alrededor del 70 por ciento del agua potable del país.
Israel recicla casi el 86 por ciento de sus aguas residuales para uso agrícola.
Desafortunadamente, el Mar Muerto, que es alimentado por el Kinneret, continúa reduciéndose, a veces causando agujeros repentinos en las carreteras del área.
Los ciudadanos de Israel han sido entrenados por mucho tiempo para preservar el agua. Los israelíes, por ejemplo, cortan el agua mientras se enjabonan en la ducha o se lavan los dientes. Lavar los platos a mano implica primero enjabonarlos con el agua y luego enjuagar uno después del otro.