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Los investigadores descubren la razón de los bronceados que aparecen después de dejar la playa.

(Comunicado de la portavoz de la Universidad de Tel Aviv)

Los playeros están familiarizados con la experiencia de pasar horas al sol, volver a casa, y sólo unas horas después notificarse de que su piel ha cambiado de color. Un nuevo estudio de la Universidad de Tel Aviv descubrió la ciencia detrás del misterio de por qué el proceso de bronceado del cuerpo no ocurre inmediatamente tras la exposición al sol, sino sólo después de unas horas o incluso algunos días. Los hallazgos de la investigación revela el mecanismo que se haya detrás del fenómeno, conforme al cual la respuesta inicial del cuerpo es priorizar la reparación del daño del ADN en las células de la piel, lo que inhibe el mecanismo responsable de la pigmentación de la piel, comúnmente conocido como bronceado.

El estudio, publicado en la revista del grupo Nature, Journal of Investigative Dermatology, fue dirigido por el estudiante del doctorado Nadav Elkoshi y la profesora Carmit Levy del Departamento de Genética y Bioquímica Molecular Humana de la Facultad de Medicina de la Universidad de Tel Aviv, y en colaboración con una serie de otros investigadores de la Universidad de Tel Aviv, el Centro Médico Wolfson, el Instituto Weizmann de Ciencias, la Universidad de California y la Universidad Paris-Saclay.

Nadav Elkoshi explica: “Tenemos dos mecanismos diseñados para proteger la piel de la exposición a los peligrosos rayos ultravioleta. El primer mecanismo repara el ADN en las células de la piel dañadas por la radiación, mientras que el segundo mecanismo implica un aumento de la producción de melanina, que oscurece la piel con el fin de protegerla de la futura exposición a la radiación. En nuestro estudio, hemos descubierto por qué el fenómeno del bronceado no ocurre inmediatamente al estar el cuerpo expuesto al sol, sino solamente después de una demora. Resulta que el mecanismo que repara nuestro ADN tiene prioridad sobre todos los otros sistemas de la célula, inhibiendo temporariamente el mecanismo de pigmentación. Sólo después de que las células reparan la información genética del mejor modo posible, comienzan a producir el aumento de melanina”.

A fin de probar su hipótesis, los investigadores de la Universidad de Tel Aviv activaron el mecanismo de reparación del ADN tanto en modelos animales como en tejidos de piel humana. En ambos casos, se desarrolló un bronceado, incluso sin la exposición a la radiación UV, corroborando de ese modo sus hallazgos”.

La profesora Carmit Levy, señala: “La información genética debe ser protegida de las mutaciones, entonces este mecanismo de reparación es prioritario dentro de la célula durante la exposición a la radiación ultravioleta del sol. El mecanismo de reparación del ADN, esencialmente, les dice a todos los otros mecanismos en la célula: “Deténganse todos, y déjenme trabajar en paz”. En efecto, un mecanismo paraliza al otro, hasta que la corrección del ADN alcanza su pico máximo, que ocurre unas horas después de la exposición a los rayos ultravioleta. Solamente entonces, el mecanismo de producción del pigmento comienza a funcionar. En nuestra investigación anterior, demostramos que una proteína denominada MITF, que es activada durante la exposición, es la responsable de regular estos dos mecanismos. En el estudio actual, demostramos que otra proteína, llamada ATM, que desempeña un papel clave en la reparación del ADN, activa un mecanismo mientras desactiva el otro. Este proceso, probablemente aprovecha los componentes del mecanismo de pigmentación para maximizar las chances de supervivencia de la célula sin mutaciones después de la exposición a la radiación”.

La profesora Levy, concluye diciendo: “El descubrimiento científico ha revelado un mecanismo molecular que podría servir como fundamento para futuras investigaciones que puedan conducir a tratamientos innovadores que proporcionen una máxima protección de la piel contra el daño de la radiación; a largo plazo, ello puede incluso contribuir a la prevención del cáncer de piel”.