Casi todo el mundo ha oído hablar del ARN mensajero, gracias a las vacunas contra el Covid-19 de Pfizer y Moderna basadas en esa tecnología. Pero antes de que se utilizara para el coronavirus, se realizaron investigaciones sobre cómo podría combatir el cáncer. Ahora, investigadores de la Universidad Ben-Gurión del Néguev (BGU) descubrieron una conexión clave entre el ARNm, las proteínas peptídicas y la progresión tumoral.
Por: Brian Blum, Israel21c
El ARN mensajero codifica diferentes proteínas, cada una con una función única. Hay péptidos “largos” y “cortos”. Hasta ahora, los científicos no estaban seguros de si los péptidos cortos tenían alguna función biológica.
La profesora Etta Livneh del Departamento de Inmunología, Microbiología y Genética Shraga Segal de la BGU demostró que los péptidos cortos tienen un papel muy importante: como inhibidores de la cinasa que pueden retrasar el crecimiento y la invasión de tumores, la supervivencia de las células cancerosas y la metástasis.
Las proteínas (y las proteínas quinasas en particular) propagan señales que llevan instrucciones a las células y dictan el destino celular. Hay más de 500 quinasas diferentes en el cuerpo humano.
Con el cáncer, una quinasa le dice erróneamente a las células que se dividan y reproduzcan de manera rápida e incontrolable. Pero si se puede inhibir una quinasa, se debería bloquear la proliferación de células cancerosas.
Y eso es “solo la punta del iceberg”, explicó Livneh, cuyo descubrimiento tardó una década en realizarse. “Ahora que sabemos que al menos algunos péptidos tienen una función biológica, podemos comenzar a descubrir las funciones de muchos más”.
Los inhibidores de la quinasa ya son una de las áreas que despiertan más interés en la investigación del cáncer y, en algunos casos, reemplazan a la quimioterapia. La investigación de Livneh permitirá a los científicos comprender mejor cómo controlar esta tecnología vital para combatir el cáncer.
Los colaboradores de Livneh incluyen al Prof. Esti Yeger-Lotem del Departamento de Bioquímica Clínica y Farmacología de BGU y al Prof. Moshe Elkabets en la Facultad de Ciencias de la Salud. Investigadores adicionales incluyen a Divya Ram Jayaram, Sigal Frost, Chanan Argov, Vijayasteltar Belsamma Liju, Nikhil Ponnoor Anto, Amitha Muraleedharan, Assaf Ben-Ari, Rose Sinay, Ilan Smoly, Ofra Novoplansky, Noah Isakov, Dr. Debra Toiber y Chen Keasar.
La investigación fue apoyada por una subvención de la Fundación de Ciencias de Israel y publicada en la Academia Nacional de Ciencias de los Estados Unidos.
Fuente: israel21c.org
Extraído de la página de Iton Gadol
Do You Love Israel? Make a Donation - Show Your Support!
Donate to vital charities that help protect Israeli citizens and inspire millions around the world to support Israel too!
Now more than ever, Israel needs your help to fight and win the war -- including on the battlefield of public opinion.
Antisemitism, anti-Israel bias and boycotts are out of control. Israel's enemies are inciting terror and violence against innocent Israelis and Jews around the world. Help us fight back!