Un país pequeño en el medio del desierto está a la vanguardia y está a punto de lograr que la humanidad deje de depender de las precipitaciones a la hora de establecer las limitaciones del agua.
Sorec, una de las plantas de desalinización más grande del mundo proporciona agua limpia y potable, que comprende el 20% de la demanda de agua municipal en Israel, a fin de aliviar la escasez del país y reducir al mínimo el impacto en el medio ambiente terrestre y marino.
¡Mira cómo se hace!