(shutterstock)
shofar

La Mitsvá más importante de Rosh HaShaná es escuchar la voz del Shofar. La Torá NO menciona las razones del Shofar, pero nuestros rabinos sí.

1. El Shofar se utilizaba en el antiguo Israel para anunciar la coronación del Rey. En Rosh HaShaná anunciamos que Hashem es nuestro Rey. Declaramos que somos Sus sujetos y como tal estamos comprometidos a cumplir Sus reglas. Entre otras prerrogativas del rey tenía el poder de condenar a muerte o perdonar la vida de alguien. En Rosh Hashaná nos damos cuenta de que nuestras vidas están en última instancia en las manos de Dios, el supremo Rey y Juez.

2. El Shofar nos recuerda aqedat Yitsjaq. Abraham Abinu estuvo dispuesto a sacrificar lo que más quería en el mundo para seguir el mandamiento de Dios. Una vez que Abraham demostró su obediencia incondicional y su amor a Dios, HaShem le dijo que se detenga. Abraham vio un carnero enredado atascado por sus cuernos en un matorral y lo ofreció como sacrificio a HaShem en lugar de Yitsjaq. El Shofar es un cuerno de carnero. Y al escuchar el Shofar recordamos el sacrificio de Yitsjaq. Y le pedimos HaShem que considere lo que hizo nuestro padre Abraham como un mérito para todos nosotros, sus descendientes.

3. En la antigüedad, el Shofar se utilizaba también como una especie de una sirena. Para alertar al pueblo que el enemigo se acercaba y estaba a punto de atacar. Escuchar el Shofar significaba que las vidas estaban en peligro. Y mientras la gente se preparaba para luchar, recuperaban la conciencia acerca de la posibilidad de la muerte. En Rosh haShaná el Shofar también sirve como una sirena. Nos recuerda la fragilidad de nuestras vidas, la ilusión de la inmortalidad, y nos invita a la introspección y al arrepentimiento. El Shofar declara que en este día HaShem nos está juzgando, nuestras vidas son evaluadas.

¿Qué debemos cuando escuchamos el Shofar?

Cada día tenemos muchas oportunidades para pedirle a HaShem que nos proporcione lo que necesitamos. Durante los días de semana, tres veces al día, recitamos la Amida. De las diecinueve bendiciones de la Amidá, trece se enfocan en nuestras necesidades: Pedimos a Dios buena salud, los medios de subsistencia, protección, etc. Durante Shabbat y Jaguim, al abrir el Hekhal (arca donde se encuentra la Torá) , también le pedimos a HaShem que nos conceda nuestras necesidades. Ahora bien, cuando escuchamos el Shofar en Rosh Hashaná, ¿debemos seguir pidiendo a Dios más cosas?

¿Es el Shofar una extensión de nuestras voces para continuar solicitándole a Dios en voz alta todo lo que queremos para el próximo año? A pesar de lo mucha gente piensa, al escuchar el Shofar no debemos concentrarnos en “pedirle” a Dios. Cuando suena el Shofar en realidad es el único momento del año ¡en el que HaShem pide algo de nosotros! Nos pide que le presentemos un balance de nuestras acciones.

La voz del Shofar debe entenderse como un llamado “Divino” a la reflexión . Cuando suena el Shofar debemos recordar que HaShem es nuestro Rey (malkenu) y que le debemos obediencia. En esos momento no tenemos que pedir: tenemos que responder. Admitir nuestros errores en nuestro corazón, arrepentirnos y aprender, para no repetirlos en el futuro. Cuando suena el Shofar nos declaramos responsables ante Dios. Nos hacemos cargo de lo que hemos hecho mal y de lo que no hemos hecho bien.

Por: Rabino Yosef Bitton, colaborador de Unidos con Israel

Donate to Israel