Todos tenemos partes del día en las que estamos semi ociosos con tareas que requieren poco o nada de concentración. No importa dónde estés, la mala inclinación sabe que estos son los mejores momentos para atacar.
Si en el trabajo entras a sitios prohibidos te van a descubrir y te van a echar. No es esa la tentación. La tentación surge cuando entramos en sitios de noticias donde te muestran rostros atractivos o gente cubierta pero de forma tal que por desgracia te despierta la imaginación.
Lo único que hace falta es una sola imagen y entonces se desencadena una reacción en cadena de pensamientos prohibidos cuando estás más vulnerable para esta clase de ataque. Estamos sentados frente a una computadora. Estamos físicamente inactivos. Estamos también mentalmente inactivos. Nos encontramos en un estado físico y mental en que la estimulación es exactamente lo que necesitas. Ahí es donde la mala inclinación te tienta con una “solución fácil”.
He aquí cinco consejos fáciles para crear una estimulación aún mayor: luchar contra esto.
Concéntrate en una clase de Torá: si estás haciendo algo que requiere poca concentración, y sabes que escuchar otra cosa no te va a destruir de tu trabajo, escucha una clase de Torá, ya sea desde tu móvil o desde la computadora. Una vez que te ataquen estos pensamientos, haz todo lo posible por concentrarte en cada palabra que está diciendo el rabino.
Llama a Hashem en tu mente. Dile que no quieres tener estos pensamientos, que te resultan repulsivos. Incluso si con el 90% de tus emociones y pensamientos todavía estás deseando eso, clama ante Hashem diciéndole que quieres que se te salgan.
De acuerdo con el Rabino Shalom Arush, una sola hora viviendo en el mundo de hoy nos enfrenta a más lujuria que lo que un hombre de hace cien años enfrentaba en toda su vida. ¿Se imaginan cuánta luz pueden enviar al mundo por medio de esta lucha?
Recita el Shema. Al recitar el Shema estamos combatiendo estos pensamientos. Este es un recurso de inmediata eficacia para acabar con estos impulsos indeseados.
Grita una y otra vez “¡Ustedes no son yo!”. Estos pensamientos provienen de la mala inclinación. No son parte de ti. Son una creación alienada formada por Hashem para ponernos a prueba. Estos impulsos son algo externo a ti. Son una entidad por separado. Son algo que puedes cortar y arrojar. Concéntrate en que cada pensamiento no es ti. NO es parte de ti y puedes separarte de él.
Vete a dar una vuelta. Es mucho más difícil pensar en algo superficial si estás haciendo una caminata energética. Ahora tus sentidos están recibiendo estímulo y movimiento, nuevas vistas nuevos sonidos, nuevos olores. Sale a beber una taza de café. Camina por toda la oficina. O simplemente ve al baño y mójate el rostro con agua fresca.
Mantener la mente libre de malos pensamientos es todo un desafío. No elegimos la ropa que nuestras compañeras de trabajo se van a poner hoy. No elegimos quién va a pasar al lado de nosotros en la calle, ni qué ropa van a llevar puesta.
Una vez que nos sentamos, lo que podemos elegir es la forma en que vamos a reaccionar ante los pensamientos que se nos fuerzan: ¿acaso los aceptamos o los expulsamos? Esta es una batalla de un momento a otro con millones de pequeñas victorias que pueden alcanzarse en cuestión de minutos.
Fuente: Breslev en Español