פותח את ידך ומשביע לכל חי רצון
«Abre/s Tus manos y satisfaces a todas las criaturas de acuerdo a Tu voluntad»
Por: Rabino Yosef Bitton
¿QUIÉN SE COME A QUIEN?
Hay un pasuq (versículo) muy conocido en Tehilim, el libro de los Salmos, que decimos todos los días del año, 3 veces por día. Y este pasuq tiene una particularidad: debe ser dicho con kavaná, o sea, haciendo una pausa y reflexionando en en lo que estamos diciendo, a fin de internalizar su mensaje. En el Salmo 145, Tehilá leDavid (ashré…) el pasuq 16, dice así: «poteaj et yadeja…». La traducción convencional es: «[Tu HaShem] Abres Tus manos y satisfaces a todas las criaturas de acuerdo a Tu voluntad». Y la explicación tradicional es que este pasuq habla de «las manos de Dios» –lo cual obviamente es una metáfora — e indica que El Creador «abre permanentemente Sus manos» proveyendo de mil formas diferentes el alimento que todo ser vivo necesita. ¿Y cómo es que HaShem «abre Su mano»? En el mundo animal, HaShem ha diseñado un mecanismo altamente sofisticado, que los científicos llaman «cadena alimenticia», a través de la cual todos los seres vivos tienen asignado su alimento. Este mecanismo ecológico permite que cada criatura del bosque, de la selva o del mar, tenga lo que comer.
ECOLOGIA HUMANA. ¿QUIÉN LE DA DE COMER A QUIÉN?
También los seres humanos procuramos nuestro alimento consumiendo plantas u otros seres vivos. Pero hay un elemento particular que corresponde exclusivamente a la raza humana: el que tiene comida le puede dar de comer al que no tiene lo que comer. Los seres humanos, no solo que no nos comemos unos a otros (por lo menos en el sentido literal) sino que tenemos una capacidad que ningún otro ser vivo tiene:somos capaces de practicar la «solidaridad» y el «altruismo», incluso con el extranjero. Es decir, de una manera que va amas allá del instinto de supervivencia. Ahora bien: entendemos que la cadena alimenticia animal es prácticamente, un milagro. Es decir: la manera que Dios interviene para que todos los animales estén satisfechos. La pregunta es: ¿qué papel juega el Todopoderoso en la solidaridad, que es más o menos, la cadena alimenticia humana?
Este es uno de los temas que se desarrollan en la Parasha de esta semana.
INTERPRETACIÓN LITERAL
Como todos sabemos, la Torá nos permite (o nos exige) múltiples interpretaciones de su texto. Hay interpretaciones literales (peshat) e interpretaciones no-literales (derash). En este caso voy a presentar una nueva «interpretación» del versículo de Salmos que mencionamos anteriormente , que se ajusta estrictamente al sentido literal de sus palabras y que nos va a proveer la respuesta a nuestro interrogante: cómo hace Dios para dar de comer a los pobres. Veamos. En hebreo, los verbos en el tiempo presente se dicen de igual manera para la primera, segunda o tercera persona del singular. En hebreo, por ejemplo, «yo escribo», «tu escribes» o «él escribe», se dice de la misma forma: «KOTEB», lo que cambia es el pronombre. En nuestro caso, la primera palabra del versículo , POTEAJ, se podría interpretar entonces como la hemos leído anteriormente: «[Tú, HaShem,] abres Tus manos y satisfaces a todas las criaturas, hasta que colmas su voluntad». Pero también, las primeras tres palabras de este versículo se pueden leer de una manera distinta, sin violar su sentido literal: «[HaShem] abre tu mano, y así satisface a todas las criaturas según Su voluntad». En esta segunda lectura, (poteaj, como verbo transitivo) el texto debe entenderse así: El Creador abre «nuestras manos», las manos humanas, para saciar el hambre de otros seres humanos. HaShem, el Creador, abre NUESTRAS manos para que le demos de comer a los que no tienen lo que comer.
¿CÓMO HACE DIOS PARA ABRIR NUESTRAS MANOS?
En la Perashá de esta semana, REE, capítulo 15:7 la Torá habla de la Mitsvá de Tsedaqá. HaShem nos pide que NO cerremos nuestra mano cuando nuestros hermanos nos necesitan ( לא תקפוץ את ידך מאחיך האביון). Y en el siguiente pasuq 15:8, la Torá usa unas palabras que es imposible no asociarlas con nuestro versículo en Tehilim. El pasuq 15:8, dice: «Habrás de abrir tu mano … [cuanto tu hermano te necesita ] y le proveerás de todos lo que le haga falta». ( פתוח תפתח את ידך לו). Según esta interpretación, Dios literalmente abre nuestras manos a través de la Mitsvá de Tsedaqá y de esa manera le concede a cada persona el alimento que necesita. A través de la Tsedaqá, nos transformamos en un instrumento de HaShem. Nos convertimos en esa cadena alimenticia humana de Jesed que HaShem implementa a través de nuestras manos para que todos tengan lo que comer.