Recuerda el día Shabbat para santificarlo. Seis días trabajarás y harás toda tu obra. Pero el día séptimo [será un día de] reposo, [dedicado] para HaShem tu Dios. No harás ningún trabajo…. (Éxodo, Shemot, 20: 8-11).
De todos los mandamientos, el relativo al Shabbat parece ser el de mayor alcance práctico. Debemos dejar de trabajar, de ocuparnos de procurar nuestro sustento, un séptimo de nuestras vidas. Teniendo en cuenta también en el trabajo nuestra relación de dependencia con HaShem. De esta manera hacemos del Shabbat un día «sagrado», especial, diferente y espiritual.
La espiritualidad del Shabbat comienza por entender por qué debemos abstenernos de trabajar en este día. Y la clave, creo, se encuentra en el texto que nos cuenta acerca del «Man», el primer indicio que tuvimos como pueblo acerca de la esencia del Shabbat.
Veamos. Después de la salida de Egipto, el pueblo de Israel sufrió la escasez de agua y alimentos en el desierto. HaShem hace que el maná (en hebreo «Man», un alimento especial que tenía todas las propiedades nutritivas necesarias) descienda desde cielo. En ese momento HaShem le explica al pueblo de Israel cómo deben comportarse respecto del Man. Estas instrucciones son esencialmente educativas. Nos enseña al pueblo judío cómo manejarnos con lo material.
Hay tres instrucciones fundamentales de las cuales podemos aprender una gran lección de economía espiritual judía. Y todas estas lecciones están relacionadas con el Shabbat.
¿DE DÓNDE LLEGA MI COMIDA? En primer lugar el Man nos enseña que la comida, la satisfacción de nuestras necesidades materiales, llega del cielo (=Dios). Eso no significa que no debemos trabajar para ganarnos el pan. De hecho, el cuarto mandamiento prácticamente nos ordena trabajar. Lo que la Torá quiere, entonces, es educarnos a la idea fundamental de que en última instancia nuestro sustento (parnasá) está determinado desde «los cielos». El campesino puede trabajar de sol a sol sembrando su tierra, pero si «el cielo» no provee la lluvia, no tendrá lo que comer. Un empresario puede ser muy inteligente y trabajador, pero si sufre un accidente, o es víctima de una enfermedad terminal, no podrá seguir trabajando. Nuestro trabajo tiene que estar acompañado por la Emuná (=convicción) de que en última instancia es HaShem quien determina lo que voy a tener para comer. Esta es la idea principal del Shabbat: que nuestro sustento, como el Man, depende de HaShem.
NO ACUMULARÁS: La segunda lección tiene que ver con el rechazo a la acumulación compulsiva de bienes materiales. En el desierto, estaba prohibido acumular «Man». Cada uno tenía que recoger solamente el Man que necesitaba para ese día. Si alguien recogía más Man de lo que necesitaba, el Man extra se pudría. La lección es importantísima: en el mundo hay comida para todos. Como judío, no tengo necesidad de mirar a mi vecino como mi rival, como si cuanto más tiene él menos tengo yo, o viceversa. Desistir del aprovisionamiento desproporcionado representa una expresión de confianza, aprecio y gratitud por la generosidad de HaShem. Debemos trabajar para recoger el «Man», pero sabiendo que lo que recogemos es un regalo de «los cielos».
EN SHABBAT «NO»: El día viernes se debía recoger doble porción de Man, para el viernes y para Shabbat. ¿Por qué? Porque el Man no descendía durante Shabbat. No había que salir ( y no se podía salir) a trabajar/recoger la comida en Shabbat. Todo judío que observa el Shabbat conoce muy bien la importancia de esta lección. Uno puede perder muchas ofertas de trabajo, sólo por no estar dispuesto a trabajar el séptimo día de la semana. En muchos casos un comerciante judío debe sacrificar potencialmente un 20% o 25% (o a veces más) de lo que vende durante la semana, porque en Shabbat no puede continuar sus negocios. Cumplir Shabbat, como algún vez observaron los Romanos, no es una idea comercialmente conveniente. pero, ¿existe acaso una mejor forma de expresar mi confianza en HaShem? ¿De demostrar mi convicción de que no por trabajar más voy a tener más de lo que HaShem habrá de determinar para mi y para mi familia?
Continuará
Por: Yosef Bitton