En este momento, mientras escribo el presente artículo, luce el sol en la playa de Tel-Aviv. No amigos, no estoy en la playa, el presente relato lo hago mirando por mi ventana en un día gris, lluvioso y frío desde el centro de la Península Ibérica o Sefarad, como nos gusta llamarla.
Gracias a la tecnología estoy viendo el parte meteorológico dónde se nos dice que la temperatura a estas horas de la mañana es de 27° grados en la playa de Tel-Aviv. En una sorprendente e inusual información del tiempo, nada habitual en este país, se nos muestran imágenes de los bañistas tomando plácidamente el sol recostados sobre sus hamacas playeras.
No debería ser noticia que salieran imágenes de una apacible y maravillosa playa de Israel, pero lo son por su inusual aparición en las cadenas de televisión españolas. Por lo general, me atrevo a decir diariamente, se nos muestran imágenes de atentados, enfrentamientos, paisajes desérticos o pedregales transitados por algún que otro animal.
No se muestra el Israel moderno con sus grandes estructuras en forma de majestuosos edificios. No se nos muestra, por lo general, las maravillas que conforman un país rico en todo tipo de contrastes naturales. Desiertos, montañas y el indescriptible Mar de Galilea con su imponente masa de agua dulce que riega todo Israel.
No pretendo hacer, de este artículo, una guía de viajes reflejando los lugares a visitar sino animar a cuantos nos leen a tener la maravillosa experiencia de viajar a Israel. No hay nada parecido, a lo largo y lo ancho de esta tierra, como visitar los innumerables lugares turísticos que Israel tiene disponibles. Incluidos para aquellos que buscan pasar un día de playa ¡En Israel todo es posible!
Al llegar al Aeropuerto Internacional Ben Gurión, por cierto, el aeropuerto más seguro del mundo, nos encontraremos un país moderno con unas infraestructuras igualmente modernas. Nada que ver con las imágenes habituales que los medios de comunicación muestran de Israel. Amplias autopistas nos llevarán hasta Jerusalem la capital visible e indivisible de Israel.
La primera vez que nos encontramos frente al Kotel, conocido como Muro Occidental, fue impresionante bajo todo punto de vista. Aunque suena místico les puedo asegurar que se siente la presencia del Cielo en la tierra en este santo lugar. Impresiona, y mucho, ver a todo un pueblo en Shabat, por citar un ejemplo que podemos presenciar cada semana, festejando con cánticos y danzas la culminación de un día tan especial en la vida de Israel. Cada Festividad es una experiencia única en todas las formas posibles de entenderlo.
No podría dejar de citar lugares emblemáticos como Qumrán, donde se encontraron los famosos manuscritos conocidos como Los Manuscritos del Mar Muerto o Rollos de Qumrán. Con las vistas del Mar Muerto, otro impresionante paisaje, nos acercaremos a Masada donde se gestó un desigual enfrentamiento entre los judíos que se refugiaron allí para enfrentarse al poderoso ejército romano. Un lugar imperdible, altamente motivador, donde los soldados de Israel van a ser formados en el conocimiento de su historia y las hazañas de sus antepasados.
Unas pinceladas apenas del gran cuadro de lugares que podemos visionar. Podemos ver la historia de un Pueblo que ha renacido apenas hace 68 años con la creación del moderno Estado de Israel. El lugar más impresionante y sobrecogedor es sin duda el Museo del Holocausto o Yad Vashem. No podríamos entender la historia de Israel y sus logros sin visitar recogidamente este lugar de recuerdo en memoria de las víctimas del nazismo.
En Israel las piedras hablan, como fue profetizado, de los acontecimientos sorprendentes del único pueblo denominado por el Cielo como Luz de las Naciones. Aunque nosotros nos calláramos las piedras seguirán hablando de la extraordinaria historia de Israel. Una última reflexión para decirles que el Dios de Israel es Invisible mientras que el Israel de Dios es visible, pero ambos son absolutamente indivisibles ¡Venga al milagroso y sorprendente Israel!
Por: José Ignacio Rodríguez, colaborador de Unidos con Israel