EL SEDER COMO TEATRO
Una de las Mitsvot mas importantes de Pésaj es la celebración del Seder, una cena festiva muy especial en la cual celebramos la Salida de Egipto y el fin de nuestra esclavitud y agradecemos a Dios por habernos rescatado. Durante esta cena leemos la historia de la salida de Egipto y también realizamos ciertos rituales con el fin de recrear la experiencia de la esclavitud y de la libertad. Hacemos esto siguiendo la indicación de los Sabios que dijeron que durante esa noche “uno debe actuar como si él mismo hubiese salido de Egipto”. El Seder de Pésaj, por esta razón, abunda en simbolismos relacionados a “representar / teatralizar” la esclavitud y la libertad. Hay un gesto simbólico que representa libertad (jerut) conocido en hebreo como hasibá, sentarse reclinados. El Talmud, Maimónides, el Shulján Aruj y prácticamente todos los rabinos indican que es una obligación comer la Matsá, tomar las cuatro copas vino, y cenar reclinados sobre el lado izquierdo.
EL TRICLINIO ROMANO
Veamos ahora cuál es el origen y la historia de esta milenaria costumbre.
En la antigüedad la gente común solía sentarse en el suelo, sobre almohadones, para comer. Los esclavos, que en Atenas o en Roma constituían el 80% de la población, comían de pie. Y los nobles, la realeza, la aristocracia, comían en «triclinios», especialmente cuando se trataba de una fiesta o celebración especial. Los triclinios eran sofas– 3 a 6, puestos en forma de «U»– “… lo suficientemente amplios como para dar cabida cada sofa a tres comensales, que se reclinaban sobre su lado izquierdo sobre cojines” (ver aquí ). Las mesas donde se servia la comida, eran semi individuales, y como se puede ver abajo en la ilustración de un antiguo mosaico romano, estaban dentro de la U. Se usaban las manos para llevar la comida a la boca, y no había cubiertos, excepto quizás un cuchillo (los tenedores se inventaron en Europa luego del siglo XV). ¿Por qué se reclinaban sobre el lado izquierdo? Simplemente porque la mayoría de los comensales usaba la mano derecha para comer (los sabios también explicaron que reclinarse sobre el lado derecho al comer reclinado aumenta el riesgo de atragantarse con la comida).
¿LIBRE O RICO?
Ahora podemos entender un poco mejor el simbolismo de la hasibá. Los Sabios del Talmud establecieron entonces que para «actuar» como hombres libres la noche del Seder debemos imitar a la nobleza y la aristocracia comiendo reclinados sobre el lado izquierdo. Así, incluso un judío pobre (que en el pasado eran la mayoría) actuaba esa noche como una persona libre. Cabe aclarar que en el pasado no había «clase media». La mayoría de las personas eran o esclavos —y pobres— o nobles y ricos. De esta manera, para «actuar» como individuos libres, debemos imitar no solo la etiqueta sino también la prosperidad de la nobleza.
Viendo la ilustración arriba también podemos comprender mejor que cuando los Sabios dijeron, por ejemplo, que se debía “levantar” la mesa (עוקרים את השולחן) para despertar la atención de los niños, se referían literalmente a retirar de la escena a las mesitas “individuales” donde se servia la comida (hoy lo hacemos con la queará o bandeja de Pésaj).
EL TIEMPO PASA…
Con el tiempo la costumbre de comer en el triclinio cayó en desuso. Y algunos rabinos europeos, como el Ra-abán (Abraham ben Natán de Provence, Francia, 1155-1215), propusieron interrumpir esta costumbre, ya que en Europa los nobles en esos tiempos se sentaban en sillas, alrededor de una mesa. La gran mayoría de los rabinos, sin embargo, sostiene que debemos preservar esta antigua costumbre aunque haya caído en desuso. Insistiendo en que si no nos reclinamos al comer la Matsá o tomar las copas de vino, no estaremos cumpliendo con nuestra obligación. Algunos rabinos justificaron la readopción de esta antigua tradición reasignándola a una categoría diferente: shinui, es decir, la obligación de realizar esta noche gestos inusuales para llamar la atención de los niños y estimular sus preguntas.
EL COMIENZO DEL FEMINISMO…
Otro tema que se discutió por siglos es si las mujeres también tenían que reclinarse al comer. El Talmud dice que no. Y esto se entiende mejor cuando tomamos en cuenta que en esa época no era parte del protocolo que las mujeres decentes participaran del triclinio. Sin embargo, el Talmud habla de excepciones, como ishá jashubá, “un mujer importante”. En el imperio romano había algunas mujeres prominentes, allegadas a la familia del rey o emperador, que pertenecían a esta privilegiada elite y se conocían como “matronas” , ver aquí , (matronitá en la guemará)
Algunos rabinos de la edad media, especialmente de Europa (Tosafot, Rama, etc.) opinaron que en nuestros días todas las mujeres deben reclinarse, ya que “ nuestras esposas deben ser consideradas como mujeres importantes”….
¿Quién lo puede negar? En este caso, la regla original del Talmud fue readaptada, y hoy en día se espera que hombres y mujeres participen en igualdad de condiciones de costumbre de la hasibá.