בֶּן אָדָם מַה לְּךָ נִרְדָּם
DESPERTAR 1. Hoy es el segundo día de mes de Elul. Estamos a menos de 40 días de Yom kippur, el día del perdón. El día que consagramos para hacer Teshubá, arrepentirnos, pedir perdón, confesar nuestras faltas, y tomar la decisión de ser mejores. Yom Kippur es un día muy importante. y no podemos llegar a ese día sin estar preparados. Es por eso que durante el mes de Elul nos entrenamos en la Teshubá y comenzamos a hacer un balance de nuestros actos.
Entre los judíos Ashkenazim, una vez que comienza Elul se empieza a tocar el Shofar. Entre los judíos Sefaradim una vez que comienza Elul (en realidad el 2 de Elul, o sea «hoy»!) se empieza a recitar las Selijot. Selijot es un rezo diario que se dice antes de la Tefilá de la mañana (Shajarit) y dura alrededor de una hora. En nuestra comunidad por ejemplo, el primer Minyan comienza a las 6.15 y Selijot comenzará entonces a las 5.15 de la madrugada. Esto implica que desde hoy hasta Yom Kippur, que hay que «despertarse» una hora antes que de costumbre. Una hora menos de sueño, que va ser dedicada a recitar esta importante Tefilá.
Como veremos BH en los próximos días, el centro de estas plegarias lo constituyen el viduy o confesión, y el recitado de los 13 Atributos de Perdón Divino o 13 Middot.
Pero en las Selijot también hay muchos piyutim, poemas religiosos, que nos inspiran a volver a HaShem. El primero, y uno de los piyutim más conocidos, es «BEN ADAM MA LEJA NIRDAM», que quisiera comentar a continuación.
בֶּן אָדָם מַה לְּךָ נִרְדָּם
«Hijo del hombre, ¿Qué haces durmiendo?! ¡Levántate y reza [a Dios] con súplicas!
Este piyut comienza con una invitación a despertar. «Despertar» en un doble sentido. Por una lado, siendo que las Selijot se dicen muy temprano por la mañana, este poema refuerza nuestro compromiso a sacrificar nuestro sueño y acudir al Bet haKeneset una hora más temprano que de costumbre.
DESPERTAR 2. Pero el sentido más profundo, y sin duda el sentido original de esta expresión, es la invitación al despertar de la conciencia. Me explico: Dada la cantidad de obligaciones materiales que tenemos, dado el ritmo al que vivimos y la enorme variedad de distracciones a nuestra disposición, es muy posible que nuestras conciencias estén «dormidas». ¿Cómo podemos identificar el sueño de la conciencia? El letargo espiritual se manifiesta por la ausencia de pensamientos profundos. Si no nos ponemos a pensar en Dios, y en lo que Él espera de nosotros; si no nos preguntamos por qué estamos aquí, en este mundo; si no reflexionamos sobre la dirección en la que avanza nuestra vida; si no re-evaluamos nuestros valores, y nuestras prioridades, entonces se puede decir que nuestras conciencias están dormidas.El despertar espiritual consiste en refrescar estas preguntas. Estar «despiertos» significa que la búsqueda de estas respuestas sea el principal objetivo de nuestra existencia.
Esta hermosa expresión en hebreo ma lejá nirdam «que haces durmiendo?» se encuentra en el libro de Yoná 1:6. El capitán del barco que está por hundirse increpa al profeta Yoná, que estaba durmiendo, ausente de toda preocupación, ignorando los peligros a su alrededor. Es que Yoná estaba en una situación de «huida» casi suicida. Estaba, literalmente, alejándose de HaShem. Sin duda, estas palabras también aluden a nuestro propio escapismo existencial. Un escenario montado por nosotros mismos para eludir el compromiso que implica formularse las preguntas más profundas. Optamos por «escapar» de estas preguntas, que nos conducen a Dios, y nos entregamos de forma adictiva al trabajo o a distracciones materiales. El primer llamado de las Selijot es el llamado a despertar y abandonar el escapismo.
Por: Rav Yosef Bitton, colaborador de Unidos con Israel