Un nuevo estudio científico de alcance inédito ha logrado fechar con precisión hallazgos del período del Primer Gran Templo que fueron descubiertos en la Ciudad de David, arrojando luz sobre acontecimientos mencionados en la Biblia.
Fuente: Comunicado de la portavoz de la Autoridad de Antigüedades de Israel
Entre las conclusiones de la investigación llevada a cabo por la Autoridad de Antigüedades de Israel, la Universidad de Tel Aviv y el Instituto Weizmann de Ciencias, se halla que ya en el siglo X antes de la era común-en la época del rey David-una amplia actividad era desarrollada fuera de Jerusalén; en el siglo IX antes de la era común, en el período del rey Joás y posiblemente antes, la ciudad se expandió al oeste, hacia el Monte Sión; el muro de la ciudad descubierto en la Ciudad de David no fue construido durante el período de Ezequías como parte de los preparativos para el sitio asirio, sino aún antes, en la época del rey Uzías, como consecuencia del movimiento sísmico ocurrido en Jerusalén.
La nueva y exhaustiva investigación científica realizada por la Autoridad de Antigüedades de Israel, la Universidad de Tel Aviv y el Instituto Weizmann de Ciencias, ha logrado, por primera vez, utilizar la ciencia exacta para relacionar hechos mencionados en la Biblia con hallazgos arqueológicos descubiertos en la Ciudad de David. La investigación, publicada esta semana en la prestigiosa revista PNAS, desafía algunas de las percepciones que han sido aceptadas hasta ahora con respecto a las actividades de construcción en Jerusalén durante los reinados de los reyes de Judea.
Como parte de la nueva y completa investigación, los investigadores lograron fechar con precisión las estructuras y murallas construidas en Jerusalén durante el período del Primer Gran Templo e identificar zonas donde hubo una amplia actividad durante los reinados de los reyes de Judea. Al hacerlo, resulta posible correlacionar entre la descripción bíblica de las actividades de construcción real en Jerusalén y las actividades de construcción descubiertas en las excavaciones durante las últimas décadas en la Ciudad de David.
La investigación presenta más de cien fechas de radiocarbono de cuatro diferentes zonas de excavaciones en la Ciudad de David, en las laderas este y oeste de la ciudad. Estas fechas fueron obtenidas al muestrear hallazgos orgánicos como semillas de uva, huesos de dátiles, e incluso esqueletos de murciélagos encontrados en una de las estructuras. Todos estos se sometieron a procesos de caracterización y limpieza en laboratorios y tras ser convertidos en grafito, fueron insertados en un acelerador de partículas que se mueve a una velocidad de 3.000 km por segundo, separando el carbono 14 del material orgánico. Medir la cantidad de carbono en el material orgánico y calcularlo junto a otras variables, permitió a los investigadores precisar las fechas de muchos hallazgos en la Ciudad de David.
La nueva investigación arroja luz sobre una de las cuestiones de investigación más controvertidas y de larga data con respecto a la naturaleza y el alcance de Jerusalén durante los reinados de David y Salomón y posteriormente: los hallazgos de la nueva investigación indican que hubo un asentamiento generalizado en Jerusalén durante este período.
En el marco de la actual investigación, los investigadores utilizaron anillos de árboles antiguos de Europa en el Instituto Weizmann de Ciencias para crear una línea de tiempo precisa de fechas de un solo año, de la cual resulta posible aprender con precisión acerca de las fluctuaciones en el porcentaje de carbono 14 en la atmósfera. Este agregado permitió una datación mucho más precisa de períodos para los cuales la datación por radiocarbono habitualmente no es lo suficientemente precisa, y de este modo, ayudó a reconstruir científicamente por primera vez la historia de Jerusalén desde el 1200 antes de la era común-antes de la época de David y Salomón, según la descripción bíblica-hasta la destrucción babilónica en el 586 antes de la era común.
Según el Prof. Yuval Gadot, de la Universidad de Tel Aviv: “La nueva investigación nos permite estudiar el desarrollo de la ciudad: hasta ahora, la mayoría de los investigadores han relacionado el crecimiento de Jerusalén hacia el oeste con el período del rey Ezequías, hace poco más de 2.700 años. La suposición convencional hasta la fecha ha sido que la ciudad se expandió debido a la llegada de refugiados del reino de Israel en el norte, tras el exilio asirio. No obstante, los nuevos hallazgos refuerzan la concepción de que Jerusalén creció en tamaño y se expandió hacia el Monte Sión ya en el siglo IX antes de la era común, durante el reinado de Joás, unos cien años antes del exilio asirio. A la luz de esto, la nueva investigación señala que la expansión de Jerusalén es consecuencia del crecimiento demográfico interno de Judea y el establecimiento de los sistemas politico y económico”.
Otro dato que se infiere del estudio es que la muralla de Jerusalén descubierta en diversas zonas de excavación de la ladera oriental de la ciudad de David, es más antigua de lo que se solía datar hasta ahora. Según el Dr. Joe Uziel, de la Autoridad de Antigüedades de Israel: “Durante décadas, se supuso que esta muralla fue construida por Ezequías, rey de Judea, pero ahora está quedando claro que se remonta al período del rey Uzías, como se insinúa en la Biblia: “Además, Uzías construyó torres en Jerusalén…y las fortificó” (Crónicas II, 26:9).
De acuerdo al Dr. Uziel: “Hasta ahora, muchos investigadores han supuesto que la muralla fue construida por Ezequías en el marco de su rebelión contra Senaquerib, el rey de Asiria, con el fin de defender Jerusalén durante el sitio asirio. Ahora resulta evidente que la muralla en su parte oriental, en la zona de la Ciudad de David, fue construida previamente, poco tiempo después de un gran terremoto en Jerusalén, y como parte de la construcción de la ciudad durante el reinado del rey Uzías. Después de la construcción de la muralla y hasta la destrucción babilónica, la ciudad continuó creciendo y prosperando”.
La nueva investigación enseña acerca de magníficos edificios y residencias que se construyeron por primera vez en los siglos VIII-IX antes de la era común, y continuaron usándose continuamente hasta el 586 antes de la era común, cuando la ciudad sufrió una violenta destrucción que terminó con el reinado de Judea. El avance que permitió el uso de la datación por radiocarbono en las capas de destrucción del 586 AEC y pisos anteriores está relacionado con el uso de anillos de árboles antiguos que ayudaron a a fechar con precisión estas épocas, por primera vez, lo que hasta ahora se había considerado un “agujero negro” en el uso de la datación con carbono 14.
Este nuevo trabajo se suma a una serie de artículos previos que juntos datan a Jerusalén durante los primeros 4.000 años de existencia. Después de 150 años de investigación arqueológica en la capital, está surgiendo una imagen más completa y precisa de Jerusalén durante el reino de Judea y los períodos anteriores.