Un leve movimiento telúrico sacudió las ciudades del sur israelí en la noche del martes al miércoles, y sus vibraciones se sintieron en Jerusalem.
Fuente: Aurora
El movimiento sísmico alcanzó 4.2 puntos en la escala de Richter. No se registraron heridos ni daños materiales.
El Instituto Geológica de Israel ubicó el epicentro del seísmo a 68 kilómetros al norte de Eilat. La oficina gubernamental indicó que los efectos más fuertes del fenómeno se registraron en Beer Sheva, Yeruham y el desierto de Aravá.
Israel está situado sobre la falla Sirio-Africana, que corre a lo largo de la frontera que separa al Estado judío de Jordania, y que a su vez forma parte del Gran Valle del Rift, una enorme fractura que se extiende desde Siria a Mozambique.
El último gran terremoto en la zona tuvo lugar en 1927, alcanzó una magnitud de 6.2 en la escala de Richter y provocó la muerte de 500 personas y heridas a otras 700.
Un informe publicado en diciembre pasado por investigadores de la Universidad de Tel Aviv sugiere que un gran terremoto podría ocurrir en la zona en los próximos años. El estudio indica que en promedio cada 130 o 150 años se registra un terremoto, aunque a veces el espacio de tiempo entre un gran movimiento sísmico y otro puede ser de apenas décadas.
Los investigadores estiman que un terremoto de magnitud 6.5 en la escala de Richter podría destruir los edificios débilmente construidos y provocar un grave daño con numerosas víctimas fatales en el país.