El asesinato vergonzoso DE Mohammed Abu Khdeir de 15 años de edad, ha conmocionado a la sociedad israelí hasta la médula, y las autoridades se han comprometido a llevar a los responsables ante la justicia. Esta actitud hacia el vil crimen está en conformidad con la ley de la Torá.
Para aquellos no familiarizados, hay una historia en el libro del Génesis donde se relata que los hermanos de José decidieron matarlo, fruto de los celos, ya que era el hijo favorito de su padre. Debido a diversas consideraciones, sin embargo, decidieron no cometer el acto de asesinato. En su lugar decidieron tirarlo a un pozo y dejar que las serpientes y los escorpiones hagan el trabajo. La historia continúa con un Joseph que se convierte en el gobernante de Egipto, y con sus hermanos, finalmente reconciliados.
Al final del libro del Génesis, la Torá describe cómo los hermanos de José de nuevo le piden que los perdone por su intento de asesinato. Sin embargo, ¿no era obvio que José ya les había perdonado? La Torá en Levítico 19:18 nos dice: «No te vengarás, ni guardarás rencor.»
Examinemos este mandamiento de la Torá de «no tomar venganza» y de «no guardar rencor».
De hecho, se trata de dos prohibiciones distintas. Como el Talmud explica (Yoma 23a):
Qué significa vengarse y guardar rencor?. La venganza se da cuando alguien le dice a su prójimo «préstame tu hoz» y le es negado y al día siguiente, el segundo le dice al primero «préstame tu hacha» y recibe la siguiente contestación «no quiero prestarte nada, pues tú me negaste lo que pedía». Hay rencor cuando alguien le dice a su prójimo. «préstame tu hacha y le es negada, luego al día siguiente, el segundo le dice al primero. «préstame tu vestido» y éste le contesta. «Tenlo, toma, no soy como tú, que te negaste a prestarme lo que te pedí».
La Torá y el Talmud prohíben claramente la venganza!
Permítanme compartir un ejemplo en la ley judía que prohíbe tomar venganza – incluso en el momento de mayor tensión. El Shulján Aruj (Código de Ley Judía 421:13) discute un caso de dos personas que se golpean el uno al otro. Según la ley judía, no importa quién fue el que inició la disputa, cada uno es responsable de pagar los daños y perjuicios causados a la otra. También se explica que si uno de ellos comenzó la lucha, el otro, sin duda tiene el derecho de protegerse a sí mismo con fuerza contraria razonable.
Actuar por la tensión del momento ¡no es una excusa!
Pero ¿qué pasa con un caso en el que una persona recibió un golpe inmerecido de alguien y no hay ninguna indicación de que estaba a punto de recibir otro golpe. El matón apenas se alejó. Todo el asunto ha terminado. Sin embargo, como es comprensible, el destinatario está que echa humo y, fruto del calor del momento, quiere golpear al chico de vuelta. Y lo hace. ¿Es responsable de los daños que puede haber causado?
El rabino David Halevi Segal, también conocido como el Taz (una autoridad en el ámbito de la ley judía en el siglo XVII), responde que la venganza están siempre prohibidas, especialmente en un caso en el que el evento / lucha ha terminado. El hecho de que la víctima estaba «caliente» y no pudo controlarse, no es motivo para absolverlo de la responsabilidad por sus acciones. Sólo los daños incurridos en legítima defensa inmediata están justificadas, y no los que resultan de la violencia cometida después de que la amenaza haya pasado.
¡Cuánto más se prohíbe tomar la vida de un inocente espectador días después de que se haya producido otro asesinato!
Maimónides, una de las grandes autoridades de la ley judía de todos los tiempos, nos dice que hemos de «erradicar la idea de la venganza del corazón de uno y no guardar rencor- por el tiempo que uno abriga una queja y la mantiene en mente (Hiljot De’ot 07:08)».
Desde United with, estamos completamente devastados por la noticia de que judíos hayan podido ser los responsables del brutal asesinato de Mohammed Abu Khdeir, supuestamente en venganza por el asesinato el mes pasado de tres niños judíos secuestrados. Como un rabino ortodoxo, puedo afirmar inequívocamente que ninguna autoridad en la ley judía perdonaría o incluso entendería dicha acción. Alentamos a las autoridades policiales y de justicia para que castiguen a los autores de este crimen. De hecho, además de no haber respetado las leyes de la Torá sobre la venganza y el asesinato, también hay una necesidad de observar las leyes del país en el que se vive – y el asesinato está prohibido!
Joseph no guardó rencor ni se vengó de sus opresores. Tampoco debemos hacerlo nosotros.