Quienes dicen que la reciente ola de violencia en Jerusalem se originó porque la Policía israelí no permitía a los árabes musulmanes hacer celebraciones nocturnas durante el Ramadán no tienen idea de lo que hablan.

Hay una nueva realidad en el Medio Oriente. Si bien las relaciones entre Israel y algunos países del Golfo ya se venían forjando entre bambalinas, los vínculos están comenzando a oficializarse paulatinamente.

Bajo el telón de fondo de las intenciones de Estados Unidos de retirarse de la región y las revueltas desatadas por la Primavera Árabe, el conflicto israelí-palestino parece haber quedado en un lejano segundo plano.

El ministro israelí de Seguridad Interior y Asuntos Estratégicos, Gilad Erdan, dijo este domingo durante una conferencia del Jerusalem Post que el actual presidente palestino, Mahmoud Abbas, debe irse.

Bien, pues están a punto de perder una más por no querer acudir a los encuentros que este mismo mes se producirán en Baréin y durante los cuales EEUU desvelará los aspectos económicos de su plan de paz

El próximo 30 de abril el Consejo Nacional Palestino, cuerpo legislativo que no opera desde hace 10 años, se reunirá, técnicamente, para elegir a un nuevo Comité Ejecutivo, el máximo órgano palestino de decisión, compuesto de 18 miembros.

En enero, Abbas también rechazó una reunión con el vicepresidente estadounidense, Mike Pence, cuando este último visitó Medio Oriente en una gira de varios días. Abbas ha dicho que no aceptará un plan propuesto por Estados Unidos para resolver el conflicto.

Este tipo de razonamiento es visto por algunos críticos como una excusa para la perpetuación de un estado de cosas que favorece a Israel y perjudica a los palestinos.

Abbas ya no está mirando sus palabras. Su mensaje es fuerte y claro, comunicando cuál ha sido siempre su ideología y revelando lo poco que la Autoridad Palestina realmente quiere la paz.

El presidente de la Autoridad Palestina elogió a los presos que cumplen condena por asesinato y terrorismo como "héroes". Además, destacó que sus demandas, que incluyen “más televisión”, deben ser cumplidas.