El periodista independiente Josh Hasten y varios conductores estuvieron apunto de ser asesinados por una turba árabe armada con bloques de cemento.

Los árabes trataron de arrastrar a una mujer de su coche. Ella fue herida por las rocas.

Hasten sacó su arma personal y disparó al aire, ahuyentando a los manifestantes y evitar una tragedia horrible.






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