Un 30 de septiembre, pero de 1928, nacía en Sighetu Marmaþiei, actual Rumania, Elie Wiesel, un escritor que fue sobreviviente de la Shoa. Durante toda su vida se dedicó a escribir sobre la barbarie nazi. En 1986 recibió el Premio Nobel de la Paz.

De joven recibió una fuerte educación judía, hasta que el 16 de mayo de 1944 fue capturado por los alemanes nazis e internado junto con sus familiares en el campo de concentración de Birkenau, para luego ser trasladado a Auschwitz y Buchenwald.

Lamentablemente fue el único sobreviviente de su familia. Al finalizar la Segunda Guerra Mundial se estableció en París y estudió filosofía y literatura en la Universidad de la Sorbona. Al terminar sus estudios se dedicó al periodismo y trabajó para publicaciones de Francia, Israel y Estados Unidos. En 1956 se radicó en Estados Unidos; obtuvo la nacionalidad de este país, y con el asesoramiento de F. Mauriac logró publicar en francés su novela La noche (1958), primera parte de una trilogía donde abordó en profundidad el drama del holocausto judío, y que completó años más tarde con El alba (1960) y El día (1961).

En obras como Celebración bíblica: relatos y leyendas del Antiguo Testamento (1972) y Contra la melancolía (1996), recurrió al hasidismo y a la mística judía para responder a la inexplicable experiencia de la desesperación y el horror. Sus reflexiones en estos textos promovieron una moral de la vida cotidiana basada en la valorización de la tolerancia entre los hombres, sin olvidar la experiencia del holocausto.

Con la intención de contribuir a evitar que en el mundo se vuelva a repetir una situación de barbarie como la producida en los campos de concentración nazis, se dedicó con fervor a practicar el ejercicio de la memoria, como reafirmación de la vida. Su permanente intervención en foros internacionales de derechos humanos, así como su función como Presidente de la Comisión del Holocausto del presidente Carter y su incansable actividad en favor de la fraternidad humana, le valieron en 1986 el Premio Nobel de la Paz. Sus memorias, publicadas bajo el título de Todos los torrentes van a la mar (1996), son un conmovedor testimonio del cautiverio nazi, y un fervoroso alegato por la paz mundial.

Fuente: Radio Jai

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