(Iranian Defense Ministry via AP) (Iranian Defense Ministry via AP)
Iranian ballistic missile

Por: Jonathan Spyer

Funcionarios israelíes creen que Irán está obteniendo una victoria en su intento por dominar al Medio Oriente y estos se están movilizando para contrarrestar el re-alineamiento regional que amenaza continuar. El foco de la campaña militar y diplomática de Israel es Siria. Los aviones israelíes han atacado decenas de veces a Hezbollah y las instalaciones del régimen sirio y a los convoyes durante la guerra civil en Siria, con el propósito de impedir se transfiriesen armamento, de forma sistemática, de Irán hacia Hezbollah. En una aparente ampliación del alcance de esta campaña aérea, el 7 de septiembre, aviones de combate israelíes atacaron una instalación de armas siria cercana a Masyaf, responsable de la producción de armas químicas y del almacenamiento de misiles tierra-tierra.

El ataque se produjo luego de una ronda diplomática en la que funcionarios israelíes concluyeron que sus preocupaciones respecto a la situación actual en Siria no era abordada con suficiente seriedad ni en los Estados Unidos ni en Rusia. Una importante delegación encabezada por el jefe del Mossad Yossi Cohen visitó Washington a finales de agosto, según se informa, para expresar la insatisfacción de Israel con el entendimiento emergente entre los Estados Unidos y Rusia sobre el tema Siria. El Primer Ministro israelí Binyamín Netanyahu visitó al Presidente ruso Vladimir Putin en Sochi para plantearle preocupaciones similares con Moscú.

Israel siente gran preocupación por la manera en que Washington y Moscú le dan rienda suelta a Irán y a sus entidades satélites en Siria.

En ambos casos, los israelíes sintieron decepción por la respuesta. Su preocupación primordial en Siria es el que todos los principales actores parecen estar dispuestos a darle rienda suelta a Irán y a sus diversos grupos satélites en el país. Y mientras nadie más se preocupe por ello de forma satisfactoria, Israel tiene decidido seguir abordándolo por su propia cuenta.

Las fuerzas iraníes mantienen ahora una presencia cercana o contigua a la parte de las Alturas del Golán controlada por Israel y el cruce de Quneitra que lo separa de la parte controlada del territorio por Siria. Israel ha denotado a lo largo de la guerra siria un deseo por parte de los iraníes y su clientela de Hezbollah de establecer esta zona como una segunda línea de confrontación activa contra el estado judío, junto a la del sur de Líbano.

“Siria”, por supuesto, hoy apenas existe. El régimen está en manos de sus amos iraníes y rusos y la mitad del país permanece fuera de su control. Sin embargo, el bloque liderado por Irán y su intención claramente declarada de destruir Israel definitivamente sí existen y la zona amortiguadora de facto contra ellos puede estar desapareciendo.

El Secretario General de Hezbollah Hassan Nasrallah, declaró “victoria” recientemente en la guerra siria agregando que lo que quedaba eran “batallas dispersas”.

Con la perspectiva que las fuerzas pro-iraníes lleguen a Bukamal en la frontera sirio-iraquí, esto abre la posibilidad que el muy reportado “corredor terrestre” iraní se extienda ininterrumpidamente desde el propio Irán a pocos kilómetros del Golán controlado por Israel. A principios de este mes, Israel derribó un avión no tripulado iraní sobre las Alturas del Golán. Fue la última evidencia de las actividades de Irán sobre la frontera. Informes de la oposición siria han señalado una presencia iraní en la zona de Tal Al-Sha’ar, Tal Al-Ahmar y en la sede de la División 90, todos en las proximidades de la frontera.

La milicia chiita iraquí Hezbollah Al-Nujaba se ha declarado a sí misma “lista para tomar acciones para liberar el Golán”.

Las fuerzas pro-Irán, por su parte, están abiertas en sus ambiciones. Hezbollah al-Nujaba, una fuerza chiita iraquí apoyada por Irán, ha formado una unidad de “Liberación del Golán” y se declaró “dispuesto a tomar medidas para liberar el Golán”. Las figuras más importantes del Cuerpo de la Guardia Revolucionaria Islámica y el Basij han sido fotografiadas en áreas cercanas a la frontera.

Israel siente preocupación por las grandes ambiciones regionales de Irán. Los recientes comentarios del líder de Hezbollah Nasrallah, que una futura guerra con Israel pudiera involucrar unir a otras milicias pro-iraníes hacia los grupos libaneses han sido bien observados en Jerusalén. El Ministro de Inteligencia israelí Yisrael Katz dijo recientemente en una conferencia de seguridad en Herzliya, según informó Reuters, que en una futura guerra entre Israel y Hezbollah este último pudiera utilizar un puerto naval iraní, bases para las fuerzas aéreas y terrestres de Irán y “decenas de miles de milicianos chiitas traídos desde varios países”.

Un informe reciente en el diario de Londres Al-Quds Al-Arabi, describió los planes iraníes de reducir a la población árabe sunita entre Damasco y la frontera con el Líbano, expulsando a los sunitas y reemplazándolos con chiitas partidarios del gobierno de otras partes del país o de fuera.

Jihad Mughniyeh (a la izquierda), hijo del difunto jefe militar de Hezbollah Imad Mughniyeh y Mohammad Allahdadi, General del Cuerpo de la Guardia Revolucionaria Islámica de Irán, fueron asesinados en un ataque teledirigido israelí en enero, 2015.

La cultura estratégica israelí tiende a enfatizar el abordar las amenazas inmediatas, pero estos desarrollos demográficos potenciales también están siendo observados muy de cerca en Jerusalén.

Desde el punto de vista israelí, estamos de vuelta al Medio Oriente de antes del 2010, cuando Israel y los poderes sunitas pro-occidentales entendieron que se encontraban en una confrontación directa con los iraníes y sus aliados. Pero en el 2017, existe el factor adicional que complica la situación siendo esta la presencia física directa rusa en el Levante, en alianza o al menos en cooperación con los enemigos de Israel.

La administración del Presidente estadounidense, Donald Trump, que se dedica exclusivamente a la guerra contra el Estado Islámico, ha hecho poco para calmar las preocupaciones israelíes. Poco para calmar las preocupaciones israelíes sobre el avance iraní en Siria. Trump y aquellos que le rodean, por supuesto, comparten la evaluación israelí respecto al desafío de las ambiciones regionales iraníes.

La impresión, sin embargo, es que la administración puede no estar suficientemente enfocada o preocupada por tomar las medidas necesarias para detener el avance iraní tanto militar como político en Siria, Irak o el Líbano.

¿Dónde queda parado Israel?

Primero, las vías diplomáticas de Israel a los poderosos intermediarios internacionales en Siria siguen abiertas. Cuando se trata de Washington, la tarea de Israel es localizar o inducir una estrategia estadounidense mucho más coherente para contrarrestar así el avance de los iraníes en el Levante.

Israel tomará las medidas que considere necesarias para combatir a los iraníes y a sus grupos satélites.

Su objetivo cuando se trata de Moscú es asegurar la suficiente libertad de acción de Putin, quien no posee ánimo ideológico contra Israel y ninguna simpatía especial por Teherán, para que Israel pueda tomar las medidas que considere necesarias a fin de detener o disuadir a los iraníes y a sus entidades satélites.

Segundo, Israel continuará confiando en sus defensas militares, que permanecen iguales en la región. Y tal como se muestra en Masyaf, estas pueden ser empleadas para detener y disuadir las acciones provocativas del bloque dirigido por Irán cuando sea necesario. Sin embargo, tal como se ha visto desde Jerusalén, las cambiantes placas tectónicas regionales están produciendo una nueva situación en la que la alianza liderada por Irán se enfrenta de nuevo a Israel de manera directa, aumentando así la posibilidad de una confrontación directa. Masyaf no fue el primer disparo en la lucha entre Israel y sus grupos satélites en el Levant – y es muy poco probable que sea el último.

Jonathan Spyer, miembro del Foro del Medio Oriente, es director del Centro de Investigación Rubin para Temas Internacionales y autor del libro ‘The Transforming Fire: The Rise of the Israel-Islamist Conflict’ (El Fuego Transformador: Auge del Conflicto Islamista-Israel) – (Continuum, 2011). Extractos del artículo fueron publicados originalmente bajo el título “Israel Va a una Guerra en Siria Para Combatir Contra Irán”.

Fuente: Hatzad Hashení

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