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En los últimos días, los ojos del mundo se posaron en Cuba. Como nunca antes desde el Maleconazo en 1994, los cubanos salieron a protestar contra el gobierno comunista, que reprimió duramente a los manifestantes.

La crisis económica del COVID-19 profundizó el descontento de los cubanos. Desde 1959, cuando triunfó la Revolución liderada por Fidel Castro, Cuba es gobernada por el Partido Comunista en un régimen de partido único sin elecciones ni libertades políticas.

En este contexto, la diáspora cubana, de millones de personas, se ha manifestado en apoyo a la lucha de sus compatriotas en la isla. También en Israel, la pequeña comunidad cubana salió a las calles para concientizar sobre lo que está sucediendo.

«Nos reunimos hace dos días y había un gran dolor. El sentimiento general es de frustración, de impotencia, de rabia», explica Alexis Segal, de 53 años, que llegó a Israel desde Cuba hace más de 20 años. Pero, también hay «alegría, por fin pudieron despertar», agrega.

Respecto a las familias en Cuba, Segal explica que no es su caso, pero que sí hay cubanos en Israel que aún tienen parientes viviendo en la isla. «Hay una chica cuya mamá es enfermera, esos médicos esclavos que gana 500 dólares y el gobierno se los queda. Esclavitud moderna se llama. Tienen a los familiares secuestrados», relata con angustia y bronca.

«A Israel no le faltan problemas. Al israelí le importa más Irán o la frontera con Gaza. El tema Cuba lo ven como algo lejano. Por eso nosotros estamos saliendo a la calle. Para concientizar», explica en relación a la reacción israelí sobre el tema.

Segal también marca una falta de conciencia en la comunidad latina. «En algunos países de Latinoamérica hay estatuas de Fidel Castro. Pero no de Augusto Pinochet, Anastasio Somoza o Alfredo Stroessner. Hay una idealización de Cuba», ilustra.

Respecto a las protestas en sí, Segal destaca «el civismo». «Ves los vídeos y la gente protesta sin romper nada. No provocan. Es un orgullo», dice. Y cierra con un pedido para la comunidad latina. «Espero que se nos unan. Los nicaragüenses, los venezolanos. Las dictaduras de ese país son hijas de la cubana».

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