Según la Junta Central de Comunidades Judías de Grecia, "La profanación de un cementerio, que es un lugar sagrado para todas las religiones, no sólo es un insulto a la memoria de nuestros hermanos muertos, sino también un insulto a la cultura de nuestro país y la ciudad de Larissa,".

Según el reporte policial, las pruebas balísticas de las 54 cápsulas servidas de calibre 7.62 encontradas cerca de la Embajada, indican que pertenecen a las mismas ametralladoras Kalashnikov AK-47 usadas en una ataque similar perpetrado contra la residencia del embajador alemán en Atenas.