Los medios de comunicación se hacen eco de la posición, nada nueva, de la Administración de Obama respecto a la construcción de viviendas en Israel. En pública comparecencia el portavoz del Departamento de Estado John Kirby acusa, entre otras cosas, a Israel de “entorpecer” la causa de la paz ¿Entorpecer la paz de quién? En palabras del propio Kirby la actuación de Israel «parece ser un proceso sistemático para apropiarse de tierras, expandir asentamientos y legalizar puestos fronterizos que está minando fundamentalmente las perspectivas de una solución de dos Estados» Una retórica antijudía en toda regla que debe ser contestada y contrarrestada.
Las perlas dialécticas de los diferentes portavoces de Obama, además de escandalosas, son verdaderamente inaceptables para Israel, como bien señaló el Primer Ministro Netanyahu. La guerra dialéctica contra Israel, de la Administración Obama, está en línea con la corriente antijudía que está contaminado la percepción que se tiene de Israel en Estados Unidos. La opinión pública norteamericana, un ente difuso y manipulable, recibe la batería de críticas contra Israel sin evaluar las consecuencias que tendrá para Estados Unidos en general.
Una nación como Estados Unidos creada en base a la colonización no puede criticar a Israel acusándola de “apropiación de tierras” y de “expandir asentamientos” ¿Desde cuándo un país que construya viviendas, sea en la parte que sea de su territorio, se le puede acusar de apropiación ilegal? Flaco favor está haciendo a la verdadera paz John Kirby y la Administración de Obama.
La triste realidad es que Estados Unidos está metido en un terreno pantanoso del que no podrá salir mientras mantenga las infundadas y malsanas críticas contra Israel. Si en algo es experto Israel es en desecar pantanales infectados de peligrosos insectos trasmisores de enfermedades mortales. La política exterior de Estados Unidos se ha convertido en un pantano infectado de malaria antisemita, que está trasmitiendo a su opinión pública y al resto de la opinión internacional.
En diversos medios se resalta la respuesta del Primer Ministro Netanyahu que considera que “No es la construcción en Jerusalén…lo que aleja la paz, sino la incitación contra Israel y el rechazo de sus vecinos a mantener negociaciones directas”. La Administración Obama debería dejar de incitar contra Israel y su Gobierno en los diferentes foros internacionales. Especialmente debería dejar de incitar contra Israel en el conocido club del Cuarteto de Oriente Medio formado por Estados Unidos, Rusia, Europa y la ONU desde dónde salen las críticas más destructivas contra el Estado de Israel.
Estados Unidos siempre ha destacado por su apoyo a Israel. Lástima que la Norteamérica de Obama no sea la misma que antaño. Las hamburguesas, los refrescos y su estilo de vida ya no son su clásica y a la vez moderna imagen. Todo parece indicar, que el “Sueño Norteamericano” de “igualdad de oportunidades y libertad” se ha convertido en una pantanosa pesadilla para muchos norteamericanos que ven como su paz está entorpecida día tras día. La causa de la paz la entorpecen aquellos que critican ácidamente a Israel sin justificación alguna. El Cielo otorga paz a quién ofrece paz a Israel. El Cielo bendice a los que bendicen a Israel y quita la paz a los que pretenden quitar la paz a Israel ¡God Bless America!
Por: José Ignacio Rodríguez, colaborador de Unidos con Israel
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