Nota del Editor: Breslev Israel tiene el placer de anunciar la nueva columna de Rajeli Reckles, “Pregúntele a Rajeli”. Quedan todos invitados a enviar sus preguntas sobre una variedad de temas, y en especial acerca del matrimonio, el noviazgo, la educación de los hijos y el rol que juega la mujer. Escríbanle a Racheli@breslev.co.il

Querida Rajeli:

¡Estoy como loca! Ayer a la noche descubrí in-fraganti a mi marido en Facebook, usando un perfil falso para relacionarse con mujeres desconocidas. Tuvimos obviamente una tremenda pelea y quiero que se vaya de casa. Somos una familia tradicional y esto es absolutamente intolerable! No sé qué hacer. Por favor, ¡necesito orientación!
Miriam

Estimada Miriam:

¡Qué terrible! ¡Cómo se atrevió a traicionar tu confianza en él de esa manera! ¿Cómo se atreve a pensar que puede entablar una relación con otras mujeres y especialmente siendo la clase de familia que son? Si siguiera mis instintos, te diría que lo agarres de la melena y lo tires de una patada por la puerta.

Pero espera un segundo. Las dos necesitamos respirar profundamente y pensar muy bien en lo que vamos a hacer, antes de que agarres la sartén y ocasiones algún daño irreparable.

Primer Punto – descubriste a tu marido usando Facebook. Los grandes rabinos de nuestra generación nos advierten en forma repetida que no tengamos internet en casa. Obviamente, tienen sus buenos motivos. Y obviamente, es más fácil decirlo que hacerlo. Muchos de nosotros trabajamos en casa (yo incluida) y no podemos funcionar sin internet. Es bueno tener un filtro, especialmente si tienen chicos en casa. Otra idea muy buena es poner el escritorio de la computadora en el medio del living y poner dos sillas al lado, una para él y otra para ti, para que puedas ver cada movimiento que hace, como un guardia de la cárcel. ¡Así vas a estar protegiendo tu matrimonio!

Pero a decir verdad, el tema del internet no es el quid de la cuestión.

Segundo Punto – tu marido se relacionó con mujeres desconocidas – Este es el verdadero problema. Y aquí es donde tú tienes que llevar a cabo una seria introspección. Tratemos de comprender por qué en términos generales los maridos tratan de ser infieles.

Miriam: acuérdate de la época en que estabas saliendo con tu marido, antes de casarte. Es obvio que tenían una conexión el uno con el otro, o sea que existía un cierto coqueteo entre ambos. Acuérdate de cómo te sentías: ese coqueteo te hacía sentir amada, atractiva? ¿Te sentías bien contigo misma, sabiendo que había alguien que deseaba estar contigo?

Por supuesto que sí, y estoy segura de que tu marido sentía lo mismo. Todos queremos sentirnos queridos y amados. Todos piensan que comienzan el matrimonio con la ilusión de que no van a caer en la misma trampa.

Pero ¿qué nos sucede al 99% de nosotros? El matrimonio verdaderamente empieza a caer en una rutina. La vida empieza a caer en un molde – nacen hijos, el trabajo se vuelve cada vez más exigente, los chicos crecen y necesitan que los ayuden con las tareas escolares, la ropa para lavar se multiplica en forma exponencial, etc. Antes de que te des cuenta, muchas parejas se convierten en compañeros de habitación que apenas si se saludan con la cara mientras pasan por la cocina a comer algo.

A esta altura, uno tiene dos alternativas: tratar de revitalizar el matrimonio o bien dejar que se desvanezca en la nada. La mayoría de la gente opta por lo segundo. Sin embargo, esta segunda opción tiene un efecto secundario muy nocivo y muy grave – porque los dos todavía sienten el deseo natural de recibir amor y atención. Así es como muchos empiezan a “buscar el amor en todos los lugares incorrectos”, como dice la canción.

Miriam: tienes que ser honesta contigo misma – ¿cuánto amor y cuánta atención le has estado dando desde que se casaron? ¿Acaso ese amor y esa atención entraron en declive con el paso de los años? No me entiendas mal – entiendo perfectamente que tú tampoco recibiste el amor que necesitas. Esto es sin lugar a dudas una calle de doble vía.

No te eches la culpa por lo que ocurrió, ni tampoco se la eches a tu marido. Te aseguro que no lo hizo con la intención de apenarte. Sé que esto suena a una locura, pero tienes que darle las gracias a HaShem por haberte puesto en esta situación. Él te está dando la oportunidad de arreglar tu matrimonio antes de que se deteriore hasta el punto de ser irreparable. Tómalo como una enorme alerta roja.

La pregunta es cómo puedes arreglar esta situación. Bueno, te diría que hagas dos cosas. Una: siéntense juntos a tomar una taza de café y a reflexionar acerca del estado de su matrimonio. No te olvides de traer pañuelos de papel. Lo más importante es poder hablar el uno con el otro sin señalarse con el dedo, porque eso no soluciona nada.

Dos: ahórrense montones de dinero y años de terapia – compren ahora mismo las dos mejores guías matrimoniales que existen en todo el mundo: “En el Jardín de la Paz” para hombres y “La Sabiduría Femenina” para mujeres. En Israel, estas guías son tan pero tan conocidas por su eficacia que los Beit Din (los Tribunales Religiosos) exigen que todas las parejas que se quieren divorciar lean antes estos libros.

¿Y sabes lo que sucede? La mayoría no vuelve.

Deseándoles a ti y a tu marido un matrimonio feliz, un paraíso terrenal, tal como HaShem quiso que sea,

Rajeli.

 

Fuente: Breslev en español

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