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Prosigue la persecución del terrorista palestino que asesinó a Noa Lazar, de 18 años, en el puesto de control de Shuafat, en la parte este de Jerusalem, el sábado.
Fuente: Aurora
Noa Lazar integraba el Batallón Erez de la Policía Militar de las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) fue evacuada en estado crítico al hospital Hadassah Har Hatzofim, donde sucumbió horas después del ataque.
Continúa en grave estado un guardia de seguridad civil de 30 años que recibió un disparo en la cabeza.
El terrorista fue identificado como Udai Tamimi, de 22 años, domiciliado en el llamado “campo de refugiados” de Shuafat.
Las fuerzas de seguridad realizan desde el sábado por la noche un intenso rastrillaje dentro y en los alrededores del vecindario árabe de Shuafat.
El terrorista se bajó de un vehículo cerca del puesto de control, se aproximó a un grupo de soldados y efectuó ocho disparos a quemarropa hasta que se le trabó el arma y se dio a la fuga a pie hacia el vecindario sin que los efectivos lograran dispararle y hacerle impacto.
De acuerdo con una investigación preliminar, el atentado tuvo lugar justo cuando los soldados estaban realizando el cambio de guardias, considerado desde el punto del vista táctico un punto débil en cualquier puesto de control, lo que requiere mayores medidas de seguridad.
Se estima que la investigación conducirá a la destitución de varios de los comandantes en la escena.
Numerosos efectivos de la Policía y el servicio de inteligencia Shabak (Servicio de Seguridad General) operan en Shuafat en busca del terrorista.
Cuatro sospechosos fueron arrestados entre el sábado y el domingo en relación con el atentado y permanecerán en custodia al menos hasta el 16 de octubre mientras continúa la investigación.
Según los reportes, el padre, la madre y un hermano del terrorista también estarían detenidos. El hermano se entregó a la policía para su interrogatorio por parte de las fuerzas de seguridad.
El chofer y los otros tres pasajeros del vehículo en el que arribó el terrorista negaron estar en conocimiento de las intenciones de Tamimi.
Decenas de palestinos de Shuafat arrojaron piedras y fuegos artificiales a las fuerzas de seguridad; mientras la policía empleaba métodos antidisturbio para dispersar a los revoltosos.
Un helicóptero presta apoyo a las tropas, mientras las fuerzas especiales han sido desplegadas en la zona para reforzar el rastrillaje.
El ministro de Seguridad Interior, Omer Barlev, le dijo a la emisora estatal Kan: “El campo de refugiados está completamente rodeado… Llevará horas, días, pero lo atraparemos”. “No es la primera vez que vemos terroristas provenientes de la parte este de Jerusalem. Es una situación muy difícil”.
El jefe del Estado Mayor, teniente general Aviv Kochavi, visitó la escena del atentado agradeciendo a los guardias desplegados en el puesto de control; pero insinuando lo que parecen ser graves errores de seguridad que provocaron el incidente.
“Tendremos que estudiar el incidente y sacar conclusiones para prevenir hechos similares en el futuro. Es nuestra responsabilidad y lo haremos apropiadamente”, expresó Kochavi a los soldados.
