La imagen de grupos palestinos como indefensos contra un Israel poderoso, es la forma idónea de venderse para los propagandistas.
Por: Lic. Bryan Acuña Obando
El periodista francés independiente Sylvain Timsit, escritor en un medio sobre metafísica, desarrolló el texto de la manipulación mediática atribuido erróneamente al filósofo estadounidense Noam Chomsky, en un documento que se ha vuelto viral y utilizado en infinidad de artículos para acusar el dominio que tienen los medios de comunicación sobre la opinión pública. Timsit alega:
“…El elemento primordial del control social es la estrategia de la distracción que consiste en desviar la atención del público de los problemas importantes y de los cambios decididos por las elites políticas y económicas, mediante la técnica del diluvio o inundación de continuas distracciones y de informaciones insignificantes…”
Los medios de comunicación como si se trataran de empresas de propaganda en ocasiones deciden mostrar solo una sola perspectiva de los conflictos o de los temas de interés, asegurándose llegar al menos al porcentaje de la población menos preocupado por confirmar por otras fuentes, convirtiéndose en “rebaño” por medio de una percepción construida por el medio de comunicación.
Aplican pues las herramientas del ejercicio del poder logrando tener bajo su control a esas masas de personas a través de la perspectiva vendida. Sin duda, los discursos que son utilizados por la propaganda presentan una realidad limitada desde el abordaje que se quiera ofrecer como la “verdad”, noción que por demás es subjetiva y manipulable, una estrategia más del denominado poder punzante o Sharp Power, como fue comentado en un artículo previo.
Durante los años que se ha desarrollado el conflicto entre árabes e israelíes, principalmente en las últimas décadas del enfrentamiento entre palestinos e israelíes, se ha visto un juego de narrativas transformando la opinión pública en una guerra de percepciones, y se refuerzan las ideas a través de los medios que como si se trataran de Joseph Goebbels, y “Principio de orquestación”, querrán repetir una mentira mil veces hasta convertirá en verdad.
Se ha procedido también a estigmatizar a algunos actores del conflicto a través de una percepción construida en la imagen de la “maldad”. En otras palabras, quién es moralmente reprobable ante la opinión pública. Entonces cuando se hable de ese mismo grupo en otra oportunidad, se referirán a él con la etiqueta heredada de acciones anteriores. En palabras del lingüista y analista del discurso Teun A. van Dijk (van Dijk 1999):
“…la comprensión y la representación de las noticias es también un acontecimiento social, aunque sólo sea porque las noticias pueden resultar relevantes para la interacción social posterior”.
Producto de lo planteado anteriormente hace necesario que el análisis de los textos periodísticos deba filtrarse con profundidad que no se quede solamente en el titular de la noticia, sino ver el contexto y el lenguaje que se utiliza para el mismo; el sentido por medio de los planteamientos como bien señalaba en sus estudios el psicólogo ruso Lev Vygotsky, haciendo alusión no solo a lo que se dice verbalmente sino a aquellos aspectos paralingüísticos es decir formas alternas de comunicarse sin pronunciar palabras.
Es así como en el abordaje de las noticias o informaciones, evidentemente utilizan estos factores paralingüísticos, por medio de gestos y expresiones, así como la explotación de las imágenes en el terreno.
En ocasiones se realiza la presentación de las noticias en la zona de conflicto con un fuerte enfoque en los movimientos corporales de los involucrados en las notas que generan impresiones en el receptor de la información, elemento que logrará elevar la magnitud de lo mostrado, con la dosis del lenguaje no verbal, por medio de las gesticulaciones y / o forma en la cual también dentro de la propia exposición de la información se expresen o a través también de notas prefabricadas en la zona de conflicto para rellenar con narrativas.
La carga fundamental de la que se nutre en muchas ocasiones el lenguaje con el que se quiere marcar a determinada población a través de la propaganda, es con el ataque directo en la moral de dicho grupo de personas; lo que en pensamiento filosófico de Immanuel Kant se denominan los imperativos categóricos, que se tratan de máximas con las cuales se maneja la moral de los individuos. Es a estos imperativos colectivos a los cuales la propaganda se enfoca para ir a los puntos centrales de los sentimientos humanos y el juicio de valor que esto acarrea posteriormente.
De esta manera resulta interesante que, aunque en ocasiones no se aborden a los actores directos o no se vea expresamente todo el desarrollo de la situación, el resultado de las filmaciones o de lo contemplado como “la noticia”, tendrá un peso esencial en inclinar la balanza informativa de lo que posteriormente se usará para transmitirlo a los consumidores. En palabras nuevamente del periodista Sylvaine Timsi:
“…Utilizar el aspecto emocional mucho más que la reflexión: Hacer uso del aspecto emocional es una técnica clásica para causar un corto circuito en el análisis racional, y finalmente al sentido crítico de los individuos. Por otra parte, la utilización del registro emocional permite abrir la puerta de acceso al inconsciente para implantar o injertar ideas, deseos, miedos y temores, compulsiones, o inducir comportamientos…”
De lo anterior se desprende el uso excesivo de material de prensa fotográfico con fuertes dosis de señalamientos hacia una de las partes, provoca que se haga un cambio de la forma de ver de la opinión pública ante los actores. En el caso israelí, la propaganda moderna muestra a un Estado Judío, como uno de los más poderosos del mundo (número 20 según publicación de Global Firepower en este 2021) mientras que a los grupos palestinos se les ven como entidades débiles que solamente “resisten” a los embates de una efectiva fuerza armada que busca el exterminio de su población, de ahí que haya una importante diferencia entre el uso de terrorismo versus a la denominada “resistencia palestina” usando incluso zonas civiles palestinas para atacar a población civil israelí.
En asuntos de percepción es importante insistir en la responsabilidad de los medios de comunicación a la hora de transmitir información. Por ejemplo, en casos como los enfrentamientos en la Franja de Gaza, los medios de comunicación occidentales contratan camarógrafos, o corresponsales dentro de la zona y estos a su vez en reiteradas oportunidades filmarán aquello que el gobierno de Hamas les ordena filmar y presentar.
Debido a lo mencionado es que se nota una sobre explotación de imágenes con contenido de destrucción y de cadáveres, sin tomar en cuenta tampoco si son víctimas ocasionadas por el enemigo (Israel) o como sucedió en el enfrentamiento de mayo 2021, que algunos muertos fueran causados por los cohetes de los grupos islamistas en Gaza o que filtren fotografías de supuestas víctimas usando imágenes de personas no fallecidas.
Un ejemplo de lo anterior fue la portada publicada por el New York Times el 28 de mayo de 2021 en la cual sin fijarse uno de los recuadros de aparentes niños fallecidos usaron una fotografía del año 2015 de una niña de nombre Salma que vive en Ramallah y no estaba involucrada en el conflicto.
Suele pasar también que el control de los medios en zonas dominadas por grupos como el Hamás, regulen lo que los periodistas pueden grabar y lo que no. Por ejemplo, durante el conflicto entre Israel y Hamas de junio 2014, varios reporteros, entre ellos una periodista de origen finlandés informó como los milicianos de Hamás utilizaron instalaciones civiles para atacar zonas israelíes, como fue el caso del hospital de Shifa.
También quedó registrado el caso del periodista italiano de la cadena TGCOM24, Gabriel Barbati quien informaba en su cuenta de Twitter la muerte de nueve niños en el campo de refugiados de Shati no fue responsabilidad de Israel sino de Hamás (Levitt 2014). Sin embargo, toda esta información comienza a revelarse una vez que los periodistas abandonan el territorio controlado por los islamistas de Hamás, porque dentro de la zona sus voces pueden ser silenciadas, o en otro caso ser expulsados.
El control de los medios de información para usos en propaganda es común, en los gobiernos o agrupaciones de control político – militar además es obligatorio. El esquema de propaganda al cual se enfoca varios medios de comunicación cumple con un rol de imposición de ideas a los ciudadanos para que estos piensen que realmente, sus gobernantes se preocupan por ellos y que el problema radica en otros; muchas veces en la oposición o en este caso puntual en un “Estado Invasor” que quiere adueñarse de todos los territorios palestinos y dejarlos sin su heredad, en palabras de Noam Chomsky.
“En un estado totalitario no importa lo que la gente piensa, puesto que el gobierno puede controlarla por la fuerza empleando porras. Pero cuando no se puede controlar a la gente por la fuerza, uno tiene que controlar lo que la gente piensa, y el medio típico para hacerlo es mediante la propaganda (manufactura del consenso, creación de ilusiones necesarias), marginalizando al público en general o reduciéndolo a alguna forma de apatía” (Chomsky, N., 1993).
Sin embargo, a esas mismas palabras de Chomsky, se puede destacar que los medios se crearon para comunicar, aunque lastimosamente ahora se sirven para desarrollar propaganda política y militar con la finalidad en ocasiones de preservar el “statu quo” inamovible, que la percepción se preserve de tal manera que no haya cambios drásticos en la forma en la cual se perciben a los actores.
Para los propagandistas la imagen de grupos palestinos como indefensos o con menor poderío contra un Israel poderoso y opresor es la forma idónea de venderse, porque han logrado mimetizar la situación a tal punto que se mezcla lo que es el enfrentamiento entre el ejército israelí y los grupos armados palestinos con el sufrimiento de la población civil, elementos que deben analizarse desde el prisma adecuado y no combinando factores, como si estas agrupaciones como el Hamás o la Yihad Islámica representaran el sentimiento general de la población palestina, lo cual por demás está muy alejado de la realidad.
Referencias
Levitt, Joshua. Algemeiner. 30 de julio de 2014. https://www.algemeiner.com/2014/07/30/italian-journalist-defies-hamas-out-of-gaza-far-from-hamas-retaliation-misfired-rocket-killed-children-in-shati/ (último acceso: 5 de junio de 2021).
Timsit, Sylvaine. Syti.Net. s.f. http://www.syti.net/ES/SilentWeapons.html (último acceso: 1 de junio de 2021).
Van Dijk, Teun. «Discourse and Racism.» Cap. 12, 145-159. 1999.
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