A Palestinian worker checks a truck loaded with cement bags after entering the Gaza Strip through the Kerem Shalom crossing. (Abed Rahim Khatib/Flash90) A Palestinian worker checks a truck loaded with cement bags after entering the Gaza Strip through the Kerem Shalom crossing. (Abed Rahim Khatib/Flash90)

El primer ministro, Benjamín Netanyahu, ofreció una rueda de prensa este lunes tras el asesinato de 6 rehenes israelíes por Hamás.

“Estamos en medio de una guerra existencial, el primer paso es la unidad”, comenzó.

“Pido perdón a las familias por no haber sido capaces de traerlos de vuelta con vida. Estuvimos cerca, pero no lo logramos”, dijo Netanyahu.

Estuvo al borde de las lágrimas cuando leyó los nombres de los seis rehenes asesinados.

“Debemos estar unidos contra un enemigo cruel que quiere destruirnos a todos”, dijo Netanyahu.

Prometió que Israel “no volverá a la normalidad” tras la ejecución de los seis rehenes y que “Hamás pagará un alto precio” por esos asesinatos.

Netanyahu declaró que Israel debe conservar el control del Corredor Filadelfi en la frontera entre Gaza y Egipto, diciendo: “El camino para lograr los objetivos de la guerra pasa por el Corredor Filadelfi“.

“Me dicen que lo dejemos y que luego volveremos, ya visto esa película antes. Si lo dejamos, no volveremos”, añadió el primer ministro.

Netanyahu enfatizó que “el Eje del Mal necesita el Corredor Filadelfi. Insisto en que estaremos allí. Debemos establecer este hecho”.

Señaló que “sólo cuando entramos en Filadelfi sentimos un cambio en la guerra. Durante meses, Hamás no cedió en las negociaciones para un acuerdo. La primera grieta se produjo después de que entramos en Rafah y Filadelfi“.

Se preguntó cómo alguien puede pedir a Israel que abandone el Corredor Filadelfi ahora “después de que mataron a sangre fría a seis de nuestros rehenes. ¿Qué mensaje envía eso a Hamás?”

“Desafortunadamente, comenzaron a escucharse voces desde dentro del gabinete que sugerían abandonar Filadelfi, así que tuve que llevar esto a una decisión en el gabinete.

“Me sorprendió escuchar de entre nosotros que podemos irnos, después de la masacre de los seis rehenes. Cada ministro debe decir lo que piensa.

“Animo a todos a que digan lo que piensan, pero desde el momento en que se toma una decisión, ésta es vinculante.

“El mensaje de que cambiaremos una decisión estratégica bajo presión y después del asesinato de nuestros rehenes es un incentivo para el terrorismo y no se producirá”.