Alberto Nisman. (YouTube Screenshot) Alberto Nisman. (YouTube Screenshot)

Agencia AJN.- Se cumplen hoy cinco años del hallazgo sin vida del entonces titular de la Unidad Fiscal de Investigación del Atentado a la AMIA, Alberto Nisman, cuyo dudoso deceso por un disparo en la sien derecha de una pistola Bersa calibre 22 fue calificado como homicidio por la Justicia.

Por tal motivo se llevará a cabo mañana un homenaje en el Cementerio Israelita de La Tablada, cerca de cuya entrada descansan sus restos, en el cual estarán presentes la DAIA, instituciones adheridas, familiares, allegados y colegas, se colocarán flores y se recitará plegarias alusivas.

El fiscal tenía 51 años y dos hijas, Iara y Kala, y al otro día debía argumentar en el Congreso su denuncia del 14 de enero de 2015 contra las máximas autoridades del Gobierno de esa época por encubrir a los imputados iraníes.

Pese a su rol de investigador del atentado, su muerte fue originalmente investigada por la Justicia ordinaria, por la jueza Fabiana Palmaghini y la fiscal Viviana Fein, quienes parecían inclinarse por el suicidio, al igual que la autopsia del Cuerpo Médico Forense, pero luego de varias idas y vueltas, el 20 de septiembre de 2016 la Corte Suprema resolvió que la competencia era federal.

Recién el 26 de diciembre de 2017 y tras una junta multidisciplinaria realizada por la Gendarmería, el titular del Juzgado Nacional en lo Criminal y Correccional Federal Nº 10, Julián Ercolini, concluyó que Nisman fue víctima de un “plan homicida” con autores todavía desconocidos y procesó, sin prisión preventiva, como partícipe necesario a quien fuera su asesor informático y dueño del arma, Diego Lagomarsino, quien debe llevar una pulsera electrónica entre otras restricciones a su libertad, y por encubrimiento e incumplimiento de los deberes de funcionario público a los custodios del funcionario Rubén Benítez, Néstor Durán, Luis Miño y Armando Niz.

Para el juez, todos ellos participaron en el montaje de una escena de suicidio.

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