Construction in Har Homa, Jerusalem. (Hadas Parush/Flash90) Construction in Har Homa, Jerusalem. (Photo: Hadas Parush/Flash90)
Construction Jerusalem

Por Tom Wilson

Es conocida la oposición de la Unión Europea a los asentamientos israelíes en la Margen Occidental. Impedir que los judíos tengan casas en las bíblicas colinas de Judea y Samaria es aparentemente uno de los asuntos prioritarios de la política exterior de Bruselas. Por supuesto, al tratar de justificar su fijación con este asunto los eurócratas aluden al derecho internacional con los más graves tonos. Pero ahora resulta que la Unión Europea ha estado violando el derecho internacional al respaldar asentamientos ilegales en la Margen Occidental. De hecho, directamente los ha construido y financiado. Estos asentamientos no son para los judíos, son para los palestinos. Así que, aparentemente, las leyes no se aplican.

Un informe de la ONG israelí Regavim ha revelado que en los últimos años la UE ha canalizado millones de euros hacia la construcción de más de 400 viviendas en 17 asentamientos ilegales. Abracadabrantemente, en dichos asentamientos incluso ondea la bandera de la UE y hay trabajadores de la UE que llevan uniformes de la UE. A diferencia de lo que ocurre con los asentamientos de Israel en la Margen Occidental, con un estatus legal discutible, no cabe duda de que estos de la UE incumplen la legalidad internacional.

Los asentamientos en cuestión han sido construidos por la UE en el Área C de la Margen Occidental. Según la cláusula 2 del artículo 27 del Acuerdo de Oslo II, firmado en 1995, Israel tiene plena y exclusiva autoridad en lo relacionado con la planificación y la construcción en el Área C. Este acuerdo no sólo ha sido firmado por la Autoridad Palestina, también por la Unión Europea, que está obligada a cumplirlo. Peor aún es que estos asentamientos ilegales estén vigilados por agresivos trabajadores de la UE que han llegado a ser vistos amenazando con piedras a curiosos y a soldados israelíes.

¿Qué puede aducir la UE en su descargo? Según Jake Wallis Simons, que publicó la noticia en elDaily Mail, la portavoz de Bruselas Maja Kocijancic simplemente negó los hechos. Y cuando se le presentó evidencia fotográfica de que la bandera de la UE ondea en esos asentamientos ilegales se negó a hacer más comentarios. Bienvenido al mundo orwelliano del federalismo bruselense.

Lamentablemente para Maja Koncijancic, sus colegas sobre el terreno no son tan herméticos. Cuando Simons preguntó a un portavoz de la UE por la Margen Occidental y Gaza, no sólo admitió los hechos sino que los justificó abiertamente con argumentos políticos, como parte de un esfuerzo por asegurar el territorio para la conformación de un Estado palestino. En los mismos términos se manifiesta Oxfam, célebre organización británica de beneficencia que se ha echado al monte en la cuestión israelo-palestina. Así, uno de sus portavoces justificó la construcción ilegal por causas “humanitarias”. Para este tipo, humanitario debe de querer decir que a juicio de Oxfam no se concede a los palestinos suficientes permisos de construcción en el Área C. Pues si eso es razón para quebrantar, entonces siempre que se paralice la construcción en asentamientos israelíes la buena gente de Oxfam debería ayudar a los israelíes a construir más viviendas, siempre por causas “humanitarias”.

Resulta incomprensible, en tiempos en los que Europa carece de recursos y ve cómo se libra una guerra en su propio patio trasero (Ucrania), Bruselas esté canalizando millones de euros a asentamientos ilegales en la Margen Occidental. Y todo mientras los funcionarios y Gobiernos europeos usan la construcción en los asentamientos para arremeter contra Israel. Lo que revela todo esto es que toda la rimbombante retórica de la UE sobre la legalidad internacional es sólo una excusa y una manera de expresar su desprecio por el Estado judío en un lenguaje aceptable. Sus propios asentamientos ilegales demuestran que a la UE no le importa nada la legalidad internacional en la Margen.

De un tiempo a esta parte, hay algo muy desconcertante en las actividades de la Unión Europea en la Margen Occidental. Cuando, en 2013, un diplomático francés fue grabado atacando a un soldado israelí, uno no podía sino pensar que, con tan pocos judíos en sus propios países, a los europeos que querían pelearse con ellos no les quedaba más remedio que hacer el fatigoso viaje a la Margen Occidental. Por cierto, Tuvia Tenenbom ha revelado que Alemania en particular está financiando numerosas acitividades de ONG antiisraelíes en la Margen Occidental. Todo esto hace que uno se pregunte por qué parece imposible que esta gente deje a los judíos en paz.

Europa ha sido acusada de hipocresía en la cuestión de los asentamientos. Las críticas que denuncian que la UE no ha mostrado la misma oposición fiera a los asentamientos marroquíes en el ocupado Sáhara Occidental han sido simplemente ignoradas por Bruselas. Ahora que resulta que la UE tiene su propio proyecto ilegal de asentamientos en la Margen Occidental, la acusación de hipocresía debería sostenerse y redoblarse.

Commentary

Fuente: elmed.io©