En Diciembre de 2022, Eylon Levy, asesor de medios de comunicación internacionales del presidente del Estado de Israel, Isaac Herzog, y su amigo Yaakov Ashkenazi, visitaron el Parque Nacional de Tel Lachish y por casualidad, encontraron un pequeño pote con algunas letras inscriptas.
(Comunicado de la portavoz de la Autoridad de Antigüedades de Israel)
Al informar sobre ello a la Autoridad de Antigüedades de Israel, el ostracón fue examinado en el Laboratorio Analítico de avanzada y fue estudiado por Saar Ganor, de la Autoridad de Antigüedades de Israel y el Dr. Haggai Misgav, de la Universidad Hebrea de Jerusalén. Para su asombro, se transformó en una singular evidencia de la administración real persa en Lachish en el periodo aqueménida, a fines del siglo V antes de la era común.
En la inscripción aramea del pote dice “Año 24 de Darío”, que data del año 498, antes de la era común. El breve texto registra el nombre del rey persa Darío el Grande (Darío I), padre de Asuero-también conocido como el bíblico Ajashverosh, del libro de Esther, que es leído anualmente en la festividad judía de Purim. Se trata del primer descubrimiento de una inscripción con el nombre de Darío el Grande, hallado en la Tierra de Israel. Durante su largo reinado (522-486 antes de la era común), el Imperio Persa Aqueménida se expandió, alcanzando su mayor extensión bajo su hijo Hishrash (Asuero, Jerjes, en griego), que gobernó la mayor parte del mundo antiguo.
“Cuando tomé el ostracón y vi la inscripción, mis manos temblaron”, dijo Eylon Levy, quien descubrió el singular pote en Tel Lachish. “Miré a la derecha y a la izquierda, buscando las cámaras, ya que estaba seguro de que alguien me estaba haciendo una broma”.
Según los investigadores Saar Ganor de la Autoridad de Antigüedades de Israel y el Dr. Haggai Misgav, de la Universidad Hebrea de Jerusalén, ”la expedición arqueológica británica que llevó a cabo las excavaciones en Tel Lachish en la década del ’30, descubrió un elaborado edificio administrativo del periodo persa, construido sobre el podio del destruido palacio-fortaleza, de los reyes de Judea. Las residencias en la era persa se extendían sobre una gran superficie y contenían salones elaborados y patios con una majestuosa entrada con columnas de estilo persa. Actualmente, en el montículo sólo quedan las bases de los pilares, ya que la expedición británica desmanteló los restos del elaborado edificio persa, con el fin de excavar el palacio de Judea subyacente.
Parece que el ostracón inscripto, que fue descubierto en el área de construcción persa, pudo haber sido una nota administrativa, similar a un recibo de mercancías o de su envío.
El año 24 de Darío I está fechado en el 498/7 antes de la era común. La zona de Lachish en la provincia de Edom/Idumea, en la satrapía “Más allá del Río”, pagaba impuestos, algunos en forma de productos agrícolas, al sistema administrativo persa. Lachish, una importante ciudad fortificada con un templo en la provincia de Idumea, era la responsable de la recaudación de impuestos para las arcas del rey persa. Los impuestos eran recolectados y enviados al edificio administrativo central, y el pote con la inscripción, puede haber sido una nota de envío escrita por un funcionario a cargo del depósito. Esta nota breve puede ser una las primeras inscripciones administrativas del periodo persa, halladas en el país.
“Es increíble que los visitantes del sitio se encuentren con una inscripción tan singular, “reviviendo” al rey persa Darío, al que conocemos por las fuentes”, señala Eli Escuzido, el director de la Autoridad de Antigüedades de Israel. “Su hijo, el rey Asuero, quien gobernó “desde la India hasta Etiopía”, ¡nunca podría haber imaginado que encontraríamos una evidencia de su padre en Israel, 2.500 años después de los dramáticos sucesos en su corte real!”.
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