Estudié en escuelas que son verdaderas "incubadoras" de la izquierda israelí: la escuela Abierta y Democrática de Yafo y la escuela secundaria Rotberg de Ramat Hasharon. En la época de los Acuerdos de Oslo, descubrí que era el único entre mis compañeros de clase que se atrevió a decir en voz alta que dicho Acuerdo no tenía ninguna lógica política. La lectura intensiva de pensadores sionistas en esa época perfilaron en mí las primeras intuiciones políticas.