Israel, un país sin casi recursos naturales y ubicado en una de las zonas más áridas del mundo, levantó en medio del desierto una innovadora planta de energía solar que brinda energía a miles de hogares aprovechando una de las pocas cosas que no faltan en esta región: sol.

La palabra, en hebreo, significa cabañas, por las moradas temporales que los israelitas tuvieron como hogar hasta completar un trayecto corto, pero psicológicamente enorme: 40 años para dejar de pensar y actuar como esclavos.

Este fenómeno ocurre durante febrero y vale la pena verlo, por eso miles de personas viajan al Negev durante el invierno para disfrutar del espectáculo y de actividades recreativas

Los agricultores israelíes han aprovechado las dificultades y han desarrollado formas asombrosas de labrar sus cultivos en el entorno más duro: el desierto. ¡Ven a conocer a estos valientes e innovadores granjeros que están reviviendo los desiertos de Israel!