Aunque la batalla tuvo lugar hace muchos años, en muchos sentidos, esto sigue siendo una batalla que el pueblo judío está luchando hoy en Israel, donde todavía estamos bajo las amenazas de ataques terroristas.

No fue una guerra por territorios, sumisión económica, ni tan siquiera un enfrentamiento estrictamente religioso, si no de dos formas distintas de leer el mundo, el choque violento de enfoques filosóficos.