Muchos acontecimientos milagrosos ocurrieron durante la guerra de Yom Kippur. Al igual que en la historia de Janucá, el Pueblo de Israel salió victorioso a pesar de los obstáculos aparentemente insuperables.
El 6 de octubre, ciento de miles de tropas, tanques y aviones atacaron simultáneamente desde el norte y del sur. Siria y Egipto estaban decididas a reconquistar los territorios que habían perdido durante la Guerra de los Seis Días.
El líder de ONU instó a las partes, que se han enfrentado en una guerra abierta, en 2006, a “ejercer la contención todo el tiempo” y “evitar declaraciones inflamatorias”.
Tampoco las guerras acabaron con el alto el fuego de 1949. Algunas fueron “convencionales”, enfrentando a ejércitos, y otras contra milicias irregulares y movimientos terroristas.
En respuesta a la declaración del entonces primer ministro Levi Eshkol que prefería resolver el conflicto diplomáticamente, Egipto impuso un bloqueo naval de Israel.
La inteligencia israelí llegó a la conclusión de que ni el Hezbolá con sede en Líbano ni Hamas en la Franja de Gaza están interesados en atacar a Israel y provocar intensos combates en este momento.
Un refrán muy conocido “Cuando el río suena agua lleva” trata de decirnos que cuando se escucha rumores, comentarios u opiniones sobre algún tema es que algo está pasando o pasará.
El General Eyal Zamir, el jefe del Comando Sur de las FDI, advirtió que Hamas está tranquilo en la frontera de Gaza con el fin de aumentar sus capacidades militares con el fin de atacar a Israel de nuevo.
El Embajador de Israel en las Naciones Unidas, Danny Danon, ha presentado un clarificador informe de inteligencia denunciando las actividades terroristas de Hezbollah en el Líbano.
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