En la perspectiva judía la lluvia es una bendición e incluso oramos por ella, y estando en una zona muy árida cada gota puede ser vital para la producción agrícola.

El Mar de Galilea se elevó 2 centímetros en 24 horas cuando el clima invernal golpeó a Israel.

Aparte de la tormenta política que azota el país desde hace un año, acaba de empezar una tormenta de lluvia, granizo y viento.

Cientos de israelíes se reunieron el lunes por la noche en el Muro Occidental para agradecer al Creador por la abundante lluvia con la que Israel ha sido bendecido.