En una Turquía con un presidente que ha encarcelado a medio país, y que va a restaurar la pena de muerte, la pregunta no es si la democracia está amenazada. La pregunta es si la Democracia, con mayúsculas, es una amenaza para la Turquía islamista de Erdogan.

Israel recomienda a sus ciudadanos evitar viajar a Turquía. El ataque mortal en Estambul de ayer, en el que se alcanzó a un grupo de turistas israelíes, pone de relieve la amenaza contra objetivos turísticos en toda Turquía. Un verdadero horror no poder viajar a Turquía.