Ya hay muchos que lo denominan como "la última traición de Obama al estado judío". La administración de Obama permitió que el Consejo de Seguridad de la ONU adoptara una resolución histórica en contra Israel.

En un cambio espectacular en la política tradicional de Estados Unidos, el gobierno de Obama no ejerció su poder de veto, y en su lugar permitió una resolución contra Israel en la ONU.